Se podría decir que todas las personas somos prejuiciosas, unas más que otras, y para el entorno laboral este tema es clave. A los reclutadores les interesa saber si tú puedes desenvolverte sin problema al interior y exterior de la empresa con diferentes personalidades, razas, orientaciones sexuales y géneros.
Silvia Constanza Vargas, asesora de Adalid y especialista en Gerencia de Recursos Humanos, le diría a un candidato para saber si este es prejuicioso que “relate una situación en la que trabajó con una persona que pensara diferente a él, y que indique el manejo que le dio y qué aprendió de esa experiencia”.
Otras preguntas que te pueden hacer: “¿qué harías para liderar el equipo y garantizar el cumplimiento de los objetivos y metas de la compañía si en tu trabajo hay personas con ideologías diferentes? o “Si en tu área de trabajo el puesto de secretaria está a cargo de un hombre, ¿actuarías diferente?”.
El tema es relevante. Así lo cree Cristina Herrera, consultora de Talenti. “Si el entrevistado aspira a una multinacional y las funciones del cargo implican tener contacto continuo y directo con colaboradores de otros países y culturas, es muy importante evaluar el tema”.
Herrera añadió que si la empresa es local y la persona no debe exponerse a este tipo de situaciones el énfasis sería en otras cosas como conocimiento, experiencia y competencias necesarias para desarrollar las funciones del cargo.
“Si en el primer momento de la entrevista consideramos que el candidato cumple, nos centraríamos en qué tanto la empresa puede suplir las expectativas que tiene el colaborador potencial”, complementó.
Algo que a Vargas también le interesa del entrevistado es cómo maneja en su equipo de trabajo a una persona de avanzada edad y le pediría también que le cuente si considera que le genera algún aporte a la organización.
Pablo Alejandro Alzate
Contenido@elempleo.com
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