Al quedarse sin empleo, las personas creen que sus posibilidades se disminuyen, que no tienen ninguna otra opción o solución que estar atadas a lo que hacen, pero lo más importante es conservar la calma.
“Muchas personas tienen miedo de estar sin trabajo y por presiones personales y familiares pueden apresurarse a decidirse a la primera opción que se les presente sin elegir la oportunidad ideal para ellos”, explica Camilo Vásquez, socio y gerente de Vásquez Kennedy-Career Success.
¿Qué hacer?
El consejo que da Vásquez es darse “una pausa en la vida, permite ese momento de cambio que se te está dando para pensar qué es lo que quieres como trabajo y el resto de carrera profesional y ahí sí toma las decisiones adecuadas”.
Una de las claves durante el tiempo que no estás trabajando es que utilices el método correcto para la búsqueda de empleo, ya sea en internet, en la calle o por medio del ‘networking’.
“Es importante diseñar un plan estratégico consistente principalmente en identificar, de acuerdo con los potenciales que se tengan, qué es lo que se buscas, en qué sector económico, para ya después actualizar la hoja de vida. En este paso, uno de los principales errores que se cometen es enviar el mismo currículo para todas las ofertas”, agrega Carlos Roldán, gerente de la división de Recursos Humanos de Michael Page.
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No pienses que no tienes nada por hacer, la búsqueda de trabajo debe ser entendida como un trabajo en sí, y se tienen que dedicar varias horas al día a revisar ofertas, contactar personas, si es el caso hablar con exjefes, ex compañeros de trabajo y ‘head hunters’.
“Las personas que pierden un empleo entran en una crisis que las lleva a preguntarse qué es lo que quieren realmente en la vida y cómo ser realmente felices. Se dan cuenta de que quizá en el trabajo anterior estaban en una labor y no más, pero cuando tienes que afrontar el resto de tu vida, se mira qué se quiere y cómo se quiere, se prepara, se busca un empleo y lo encuentras. Así que a la gente que despiden le suele ir mejor después, porque transforma esta experiencia en algo positivo que le permite crecer y mejorar el camino”, indica Vásquez.
No quedarse quieto
“Debes mantenerte activo buscando información de las empresas donde se quiere trabajar, actualizar la hoja de vida en los portales de empleo, contactando a los excolegas, asistiendo a ferias de trabajo y también se puede recurrir a las Cámara de Comercio de cada ciudad que también son una alternativa útil”, puntualiza Roldán.
En este tiempo puedes inscribirte a cursos para actualizar tus habilidades y conocimientos en el sector o área de práctica. Esto es valorado y definitivamente suma puntos al momento de un proceso de selección.
“Es importante entender que el proceso es diferente para cada persona y los tiempos varían dependiendo de muchas variables, por lo cual nunca se debe perder la disciplina en la búsqueda y la motivación, ya que muchas de estas emociones negativas se reflejan inconscientemente y pueden restar puntos en las entrevistas laborales. Otro consejo es superar la etapa de duelo laboral y nunca hablar mal de empresas o jefes anteriores en un proceso de selección”, complementa el Gerente de Recursos Humanos de Michael Page.
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