Es normal que haya presión en un trabajo, pues luego de un tiempo de labores se espera un resultado específico y generalmente se busca cumplir con ciertos indicadores, pero ¿es bueno o malo trabajar bajo presión?
“Trabajo bajo presión se refiere simplemente a que al hacer un trabajo se busca cumplir un indicador, por ejemplo, una cantidad de productos determinada en un plazo concreto, un presupuesto de ventas, la solución a un problema, etc. No se refiere a tener a alguien presionando o estresando al trabajador, que es la interpretación errada”, explica Juan David Tous, gerente de Comunicaciones de Manpower Group Colombia.
La responsabilidad de un trabajo y de una labor es finalmente de cada persona, pero son los jefes o las personas que tienen el personal a su cargo los que deben propender por que se garantice que el trabajo se entregue en el plazo y con las condiciones esperadas.
“Por eso es tan complicado ser un buen líder, pues el estereotipo del jefe con comportamiento de capataz o de sargento entrenando a soldados no es lo correcto. El trabajo de un líder es ayudar al empleado a cumplir con su trabajo debidamente, dándole los recursos necesarios para hacerlo y haciendo la gestión de talento para que lo logre. El logro del trabajador garantiza el cumplimiento del objetivo que debe entregar su superior jerárquico”, agrega Tous.
Cuando un colaborador acepta trabajar bajo presión busca cumplir con la exigencia de llegar a lo acordado, pero esta exigencia debe ser civilizada, educada, respetuosa, complementa el experto.
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Así mismo, Luis Hurtado, section manager de Hays Colombia, indica que el trabajo bajo presión es una competencia muy deseada en el ámbito laboral, ya que las empresas son muy dinámicas y cambiantes y requieren entregables en periodos de tiempo establecidos.
“Esto significa que una empresa busca una persona que pueda tomar decisiones acertadas en momentos críticos, cierres (mensuales, trimestrales, semestrales, anuales) sin afectar el funcionamiento normal de la compañía. Y cubriendo las expectativas de servicio tanto a cliente interno como externo”, afirma.
La forma adecuada de trabajar bajo presión es por medio una planeación que le permita ir conociendo los resultados, saber a dónde se quiere llegar y qué tipo de escenarios puede enfrentar previo a una decisión.
“Al trabajar bajo presión, usted debe ser una persona dinámica, con capacidad de tomar decisiones en un periodo limitado de tiempo y debe tener gran orientación al servicio, por cumplirle al cliente ya sea interno o externo”, puntualiza Hurtado. Cuando una empresa busca un empleado que trabaje bajo presión puede significar varias cosas.
“Se puede tratar de que tenga alta tolerancia a la frustración y flexibilidad. Pero si analizamos la constante de la presión en la organización en la mayoría de los casos está asociada a falta de planificación, de claridad en las funciones, flujos de procesos y objetivos organizacionales”, advierte Gina Patricia Suárez, especialista en RRHH.
Según Suárez, es un error o no se le puede atribuir la presión a determinada persona o situación, pues es una condición multivariable que generalmente viene en cascada desde la organización.
“Es aconsejable manejar la presión de una manera estratégica en las empresas y no reactiva, hacer un alto en camino para poder identificar las fuentes de presión y las variables que están incidiendo en la situación y así poder dar solución desde la raíz y de manera definitiva”, analiza.
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