Para tener a las trabajadoras felices y motivadas, las empresas han gestado y promocionado programas y políticas diferenciales para mujeres al interior de las compañías y así realizar un cierre de brechas en el que se ha avanzado significativamente, aunque todavía hay mucho por hacer.
La legislación no es ajena a las medidas tomadas por las empresas y muchas veces se convierten en insumos para hacer cambios en el país. Medidas como ofrecer licencias de maternidad más largas para los empleados, promover el teletrabajo o trabajo flexible han beneficiado a los trabajadores y sus familias.
“Hay muchos proyectos en la agenda legislativa que pueden cambiar el panorama de las madres trabajadoras, como la exigencia de la guardería para menores de 3 años, también la prohibición de la prueba de embarazo para un proceso de selección y también se busca una ampliación a la licencia de paternidad, lo que cambiaría a favor las situaciones para las madres”, señaló Eliana López, senior manager de Michael Page Colombia.
Entre los avances recientes para las madres trabajadoras colombianas están el aumento de 14 a 18 semanas en la licencia de maternidad, la obligatoriedad de las salas de lactancia en las empresas, ya sean entidades públicas o aquellas que tengan más de 50 empleadas o capitales iguales o superiores a 1.500 salarios mínimos, y el programa ‘40.000 Primeros Empleos’ que ha vinculado desde 2017 más de 22.000 mujeres en 8.138 empresas privadas del país.
La idea es que las madres trabajadoras puedan desarrollar su potencial con igualdad de recursos y oportunidades, según sus necesidades.
“Hay varios incentivos para aprovechar la maternidad y darles tiempo con sus hijos, lo cual ha servido como estrategia de atracción y retención para estas mujeres, ofrecer posibilidades de tiempo flexibles, de horarios diversos y que se ajusten a sus necesidades, teletrabajo y evitar esas horas sentados en el puesto que no significan productividad. Colombia va por un buen camino, incluso está más avanzado que otros países de la región y esto ha sido adoptado por más compañías para atraer y tener al mejor talento”, indicó Carolina Forero, gerente de marketing y comunicaciones para Hays Colombia y líder para Latinoamérica.
Las empresas tienen desafíos grandes con las madres trabajadoras, pues buscan que en su organización las políticas sean un insumo para balancear la vida personal con el trabajo.
Según el Dane, en Colombia habrá más de 25 millones de mujeres al finalizar el primer semestre de 2018. Esto quiere decir que el 50.8% del total de la población serán mujeres. Además la “Encuesta Longitudinal colombiana”, adelantada por la Universidad de los Andes, evidenció un aumento de las mujeres cabeza de hogar en las ciudades colombianas, que pasaron del 35 al 39% entre 2010 y 2016.
Según el Informe de Resultados del Ranking PAR 2017, que realizó Aequales con el apoyo del Cesa y la Secretaría Distrital de la Mujer, entre las prácticas de balance vida-trabajo menos utilizadas se encuentran aquellas asociadas con servicios para mujeres y niños (guarderías/lactarios/gimnasios, etc.). De hecho, se ha identificado que dentro de las motivaciones de renuncia de las mujeres se encuentra el no tener facilidades en lo que se refiere al cuidado de hijos e hijas, lo que las lleva a sentir una ‘obligación’ de dejar el trabajo para asumir el rol de madre a tiempo completo.
“La culpa es una de las barreras internas que impiden a las mujeres alcanzar posiciones de liderazgo en sus organizaciones, y hoy muchas madres no aceptan un ascenso porque no pueden balancear su vida familiar con su vida laboral, por esto, las organizaciones deben ser sus aliadas en el regreso escalonado después de la licencia de maternidad, horarios flexibles, teletrabajo, licencia de paternidad extendida, entre otras buenas prácticas que involucren a las madres y les brinden oportunidades para alcanzar posiciones de liderazgo”, dice el informe.
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