Si a menudo ves que tu jefe busca un reconocimiento mayor o que quiere parecer una pieza indispensable de la compañía, debes entender y manejar favorablemente la situación por el bien de todos.
“Es importante tener mucha seguridad y tolerancia con estos tipos de jefe, pues no se deben tomar los asuntos internos laborales de manera personal, ya que las personas con rasgos narcisistas suelen ser fuertes y querrán mostrar su resultados sin importar los demás, incluso afectando el desempeño de los otros miembros”, analiza Isabella Gandini, socia líder del área laboral en Colombia de la firma de abogados Norton Rose Fulbright.
Aunque las empresas tratan de controlar características personales de sus miembros, es importante que si esto afecta a los demás compañeros se pueda hablar del tema en los comités de convivencia para que no se afecte el clima interno.
“Existen normativas, una ley de acoso laboral y al existir estas personalidades tan fuertes fácilmente se puede malinterpretar una conducta individual con una directiva frente a temas de un manejo particular”, agrega Gandini.
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Es importante empoderar al personal, a los líderes internos y a los jefes para que, además de generar conciencia, se puedan usar estos rasgos de personalidad en beneficio de todos y no como un obstáculo de crecimiento.
“Manejar ese tipo de relaciones implica retos, pero con confianza y dando espacios de diálogo mediados, se puede capitalizar ese talento humano que conforma una organización, incluso es posible potencializar los rasgos positivos para evitar aquellos que pueden ser vistos como una falencia”, puntualiza la experta.
¿Cómo identificarlos?
Según Gandidi, al tener una personalidad fuerte estos jefes pueden ofrecer de manera contundente sus exigencias. Un consejo es solicitar que se le delimiten las funciones para saber en qué se tiene que comprometer para desarrollar efectivamente sus labores.
“Las instrucciones deben ser muy claras, porque estos jefes no suelen ser pacientes y no les gusta repetir sus instrucciones, pueden asumir responsabilidades que no les competen y estas personas pueden reaccionar enérgicamente y exaltarse fácilmente sin promover el diálogo”, señala Gandini.
En buen tono y con respeto, dígale a su jefe lo que le molesta o las cosas con las que no está de acuerdo. “Siempre busque que su jefe lo tenga en cuenta sin importar cuál es el rasgo más fuerte
en su personalidad, muchas veces él no se dará cuenta de sus errores y nadie se lo dirá, hay que ser inteligente y calcular los alcances que tendrán sus actos y palabras en el equipo de trabajo”, indica Carlos Roldán, gerente de la división de Recursos Humanos de Michael Page.
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