No cumplir con las expectativas que se tienen de tu trabajo, que puedas perder tu empleo o simplemente que lo que haces a diario no sea lo tuyo son algunos de los temores más frecuentes que enfrentan las personas en su día a día laboral.
El miedo es una sensación natural, que puede llegar a paralizar o a impedir que se pueda realizar el trabajo con armonía, tranquilidad y naturalidad. Saber manejarlo con inteligencia y de la mejor forma puede servir para alejarse de la fobia al trabajo, también llamada ergofobia y que puede llegar por muchos motivos.
“En Colombia muchas veces se tienen miedos en el trabajo porque la estabilidad laboral es muy débil y hay factores como que el despido es libre salvo los casos que tienen fueros, entonces en el resto de casos las personas pueden ser despedidas sin justa causa, así el empleador pague la indemnización. Por eso, las personas creen que pueden ser despedidas al menor error y pueden llegar a bloquearse”, explicó Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.
Aunque los temores varían de acuerdo con los cargos y los niveles en la empresa, los empleados deben tener en cuenta que desde los cargos de liderazgo es importante gestionar las expectativas, los objetivos y el plan de carrera individual.
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“Si se habla del miedo a la pérdida de empleo, desde el primer día los jefes y líderes de las empresas deben dar tranquilidad a sus empleados dejando claros los objetivos, las expectativas y por supuesto el plan de carrera para que los subalternos tengan una metodología clara que depende de sus capacidades y límites. Adicionalmente, si se hace un control de cómo se hacen y se están llevando a cabo los procesos, las personas toman confianza y se enfocan en lo que da los resultados reales en el trabajo”, argumentó Silvana Vergel, directora de Hays Executive, en Hays Colombia.
Para evitar el miedo y la frustración en el trabajo es importante que las metas y las funciones de cada cargo estén diseñadas, aterrizadas y personalizadas a las personas, también que los objetivos estipulados sean alcanzables.
“Desde las organizaciones, el reto es identificar qué plan es ideal y cómo esa persona va a ser mejor en ese cargo o profesionalmente, así se arma ese rompecabezas y se puede determinar si la falla está en el puesto, en la persona o en su labores y si su miedo a lograr las cosas es real o solo está en la cabeza”, agregó Vergel.
Las empresas idealmente deben contar con procesos de capacitación, formación y seguimiento para medir la satisfacción de sus empleados en sus trabajos. Si el trabajador por alguna razón siente miedo es necesario abrirle las puertas para que se exprese con tranquilidad.
“Las personas deben manejarlo desde la honestidad y la verdad y deben ser claros y transparentes con sus errores; al momento de fallar, se deben decir las cosas y debe existir ese nivel de confianza y una comunicación abierta. Hay que reportar y decir las cosas para poder reaccionar y solucionar las situaciones. Es importante manejar los problemas, el pánico muchas veces puede no ser real sino contagioso, también se debe tener confidencialidad, solo decir las cosas a quien corresponde, hay que saber con quién y cómo se puede hablar de los errores y ser maduros corporativamente en los momentos de quiebre”, puntualizó la experta.
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