Las personas que ejercen trabajos relacionados con el área de la salud, por ejemplo, los auxiliares de enfermería, no solo deben aprender o tener conocimientos técnicos, sino que tienen que poseer cualidades que van mucho más allá de aplicar una inyección.
Paula Andrea Osorio, enfermera, especialista en docencia de la Universidad Santiago de Cali, asegura que “lo primero que hay que mirar es que cualquier persona que trabaje en salud y que tenga contacto con personas debe tener vocación, no puede haber otras motivaciones”.
Osorio lamenta que los trabajos para auxiliares de enfermería no sean tan bien remunerados y resalta que el trabajo es duro. Además, “es una labor muy sensible, porque maneja a una persona en el estado más vulnerable, como lo es la enfermedad. El auxiliar de enfermería debe tener disposición para poner siempre en primer lugar el otro, es decir, tener siempre en la mente que lo primero es el paciente por encima que otras actividades”.
Jorge Alberto Hernández, especialista en Gestión Humana de la Universidad Piloto de Colombia, complementa que un auxiliar de enfermería es, en muchas ocasiones, el primero del área médico-sanitaria que tiene contacto personal o impersonal con un paciente y el encargado de brindarle cuidado, observando las correspondientes normas de higiene sanitaria y seguridad a que haya lugar.
Este trabajador debe tener actitud de servicio, ser éticamente responsable, caritativo, humano y tener carácter.
En cuanto a su experiencia, esto va muy de la mano con las funciones del cargo: “no es lo mismo la labor que se desempeñe en un centro de salud que puede requerir, al menos, de seis meses a un año de experiencia que la de un hospital de cuarto nivel, que además solicitará otros estudios complementarios”, concluye Hernández.
Pablo Alejandro Alzate
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