La automatización de muchas funciones realizadas por el ser humano es un proceso inminente. Además, expertos aseguran que en un futuro cercano vamos a compartir puestos de trabajo con robots. Es más, actualmente algunas empresas en diferentes países ya tienen entre sus empleados a máquinas que cumplen, sobre todo, labores operativas.
Sin embargo, un hecho ocurrido en Escocia podría dar aliento a quienes piensan que en poco tiempo sus trabajos serán reemplazados por robots y que les va a ser muy difícil emplearse. Resulta que un autómata llamado Fabio fue despedido por no atender de manera adecuada a clientes de un supermercado en Edimburgo.
Según información de la agencia ANSA, Fabio debía contestar a las preguntas de los clientes y orientarlos con corrección y gentileza. "¿Dónde puedo encontrar una cerveza?", le preguntaban. Las respuestas del autómata eran poco útiles, acaso irónicas: "En la sección de bebidas alcohólicas".
Ante esto, Marco Ribas, presidente de Accenture Colombia, le dijo al elempleo.com que “al mismo tiempo que el trabajo va a estar más automatizado, el lado humano, de experiencia personal, de empatía, de cómo se siente va a estar cada vez más valorado. Eso va a crear un ambiente económico interesante que la máquina tiene mucha dificultad de hacer. La máquina tiene dificultad de empatizar, de entender que uno siente”.
Y eso precisamente fue lo que le pasó al robot Fabio. Por lo tanto, para este tipo de labores se hace necesario la presencia de un humano con empatía, sentimientos y comprensión para que resuelva perfectamente los requerimientos de los clientes.
Fabio podía no sentir, pero sí despertó sentimientos en sus colegas humanos con quienes trabajaba. Se encariñaron con él. Según la agencia ANSA, esto sorprendió al laboratorio de la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo, que programó al autómata.
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