Tener una mala actitud, más allá de lo personal, puede ser visto como un defecto en los trabajadores. Sin embargo, ambas partes deben saber si un llamado de atención al respecto es en realidad una observación respetuosa o si se están practicando conductas persistentes y demostrables de acoso laboral.
Mauricio Montealegre, experto en Derecho laboral de la firma Norton Rose Fulbright, explica lo siguiente:
“Hay que tener en cuenta que la mala actitud de un trabajador puede tener un impacto importante en la relación de trabajo que existe entre compañeros de trabajo, subordinados y directivos, lo cual se reflejará en una afectación en el ambiente de trabajo. Y si se trata de una conducta que persista en el tiempo, puede costarle el trabajo a cualquier funcionario”.
Luego de la observación y del trato que haga el empleado con su jefe directo y Recursos Humanos, hay que evaluar la situación, todo acorde con los procedimientos disciplinarios y el reglamento interno de trabajo.
Según el bufete Usuga & Abogados asociados Law Firm, la empresa debe seguir el proceso diseñado para hacer descargos y pedir acompañamiento al Mintrabajo para no faltar a la ley o atentar contra los derechos de los empleados.
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Un despido por mala actitud depende del impacto que tenga esa mala actitud en el desempeño del trabajador en la ejecución de sus funciones y en los intereses de la empresa, que lo lleve a cometer una falta considerable como grave por el empleador.
"Una mala actitud puede generar, por ejemplo, un mal tratamiento con sus jefes o compañeros de trabajo, o puede repercutir en una grave negligencia que ponga en peligro su seguridad, la de sus compañeros o la de los bienes de su empleador. Estas conductas, entre otras, supondrían una justa causa de terminación unilateral de la relación laboral, con base en el artículo 62 del Código del Trabajo”, agregó Montealegre.
En cualquier caso, no se puede pasar por alto que en Colombia existe por regla general una estabilidad laboral relativa, lo que permite que el empleador finalice el contrato de su trabajador en cualquier momento y sin justa causa, siempre que pague la indemnización legal.
‘Una mala actitud no es una causa para despido a menos que afecte no solo su trabajo, sino el de otras personas, y si no corrige su actitud luego de un llamado de atención. Si deja que esa actitud llegue a que los demás, es importante que Recursos Humanos evalúe con esa persona por qué está teniendo estas actitudes y por qué está afectando a los demás y su desempeño”, puntualizó Adriana Gutierrez Faccini, psicóloga de la Universidad Javeriana y consultora de Recursos Humanos.
Lo que debe hacer un empleador para evitar trabajadores con mala actitud es generar mecanismos de motivación al interior de su organización, los cuales pueden estar ligados al reto y crecimiento profesional de sus funcionarios o a la remuneración variable atada al cumplimiento de metas.
Algunas señales:
- Ser el negativo del grupo. Quejarse, tener mala cara permanente, ser infeliz en el trabajo o incluso de cierta agresividad.
- No prestar atención a las personas con las que trabaja a sus sugerencias o observaciones.
- No participar en los eventos sociales de la oficina, no involucrarse o conocer a las personas con las que trabaja puede demostrar indiferencia al igual que no interesarse en la vida personal de los demás.
- Al equivocarse no pedir disculpas por sus actos, además inventar toda clase de razones para justificarlos o culpar a otros por sus fallas.
- Tener un mal rendimiento o hacer las labores sin compromiso y dedicación.
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