Hacer un diplomado nunca sobra. Sin embargo, su peso depende de la etapa académica y profesional en la que la persona lo realice. Después del pregrado puede pesar más una especialización o una maestría, pero seguir capacitándose tiene su valor.
Rafael Minauro, director de Desarrollo Universitario Colombia y Perú Universidad Nebrija, dice que “los diplomados son definitivamente importantes. El enfoque otorga un conocimiento muy específico y, generalmente, de aplicación directa en las actividades diarias. En ese sentido sí es muy valorado por los empleadores”.
Un seleccionador valorará más un diplomado que esté directamente relacionado con la profesión, al entender que el candidato está siguiendo una línea directa de desarrollo profesional y que está enfocado en potenciar las habilidades que ya posee. “No obstante, hay áreas de conocimiento que son transversales a cualquier profesión. Por ejemplo, un diplomado en tecnología será apreciado en todas las carreras. Lo mismo puede suceder con sectores tan relevantes como el servicio al cliente o la gestión de proyectos”, expresa Minauro.
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Independientemente de la etapa de la carrera, un diplomado, que es mucho más barato que un posgrado, es un plus cuando otorga al profesional conocimientos nuevos en metodologías innovadoras o actualizaciones de los conocimientos ya adquiridos en la vida universitaria.
Además Minauro explica que el conocimiento no es estático, por lo tanto, un estudio más avanzado, como un posgrado, refleja manejo vigente en una determinada época. Con el paso de los años, las teorías pueden cambiar o incluso volverse obsoletas y, ante estos casos, vale destacar que los diplomados también ayudan a comprender los cambios recientes y mantienen la disciplina de estudio como método para el desarrollo de las habilidades profesionales.
“El tiempo requerido para cursar un diplomado hace que sea una meta tangible para profesionales con vida profesional activa”, puntualiza.
El diplomado debe tener conexión con la profesión.
Steven Grundy, director de la Sede Salitre del British Council en Colombia, subraya que la preparación académica es un plus para aspirar a un mejor trabajo: “Adquirir conocimientos en otras áreas o en otros idiomas, también resulta de interés para un empleador”, afirma.
Si en un proceso de selección hay dos perfiles similares, ¿un diplomado pesa a la hora de elegir el candidato? Para Grundy, en un proceso de selección se tienen en cuenta muchos factores además del académico, pero definitivamente un postulante que demuestre interés por mantenerse vigente ante las innovaciones tecnológicas, el dominio de otros idiomas y su actualización permanente sí hace la diferencia.
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