Para afrontar una entrevista laboral existen muchos consejos, sin embargo, antes de demostrar todo lo que tú sabes es importante generar empatía con tu entrevistador, con el fin de que las ideas fluyan de manera asertiva.
Lina Paola Quintero, médica docente e investigadora en neurociencia en la Universidad Autónoma de Manizales, explica que la empatía implica experimentar indirectamente las emociones del otro y, a su vez, comprenderlas.
Además, Quintero asegura que las estructuras responsables del desarrollo de la empatía son las neuronas espejo, un grupo de células que se encuentran en el cerebro y que permiten que la persona reconozca y asimile las expresiones del otro como propias.
¿ESTÁS BUSCANDO UN MEJOR EMPLEO? REGISTRA TU HOJA DE VIDA AQUÍ Y POSTÚLATE
“Estas células cerebrales son esenciales para las interacciones sociales, ya que al poder sentir lo que otras personas sienten, también podemos responder compasivamente a sus estados emocionales, y en el caso de una entrevista de trabajo, por ejemplo, crear un acoplamiento con el cerebro del entrevistador al transmitir que nuestro comportamiento motor está en sincronía con el suyo”, aclara Quintero.
En consecuencia, Alexander Ruiz Palacio, ingeniero de proyectos en Oil & Gas Industry, recomienda que en la entrevista se mantenga una postura recta, mirada a los ojos y una sonrisa básica –no exagerada- que demuestre entendimiento.
La asertividad en la comunicación conecta con las emociones entre entrevistador y entrevistado.
Hay que tener cuidado de no incomodar al entrevistador. Una cosa es imitar algunos gestos y otra es caer en el irrespeto al copiar movimientos ajenos, lo cual seguramente acabará con tus posibilidades en el proceso de selección. Hay que atender el desarrollo propio de la conversación y ser lo más natural posible.
Marlén Peña, directora de Gestión Humana en la Fábrica de Quesos Italianos del Vecchio, expresa que el candidato debe ponerse en los zapatos del otro y obtener una sintonía en el diálogo. Así puede manejar mejor el nerviosismo, sentirse más seguro y lograr más confianza.
Por ejemplo, si en medio de la entrevista tú le sonríes a tu seleccionador, las neuronas espejo de esta persona crearán una representación mental de esa sonrisa y enviarán señales al sistema límbico, lo cual producirá que sienta lo mismo que tú.
Mario Felipe Ramírez, advisory manager en PWC, aconseja que es vital identificar las motivaciones intrínsecas (personales) y extrínsecas (profesionales, las del cargo) del entrevistador con el fin de crear empatía y una fluidez comunicativa que le permita al candidato exponer sus argumentos y evidenciar sus aptitudes, de modo que le sirvan de complemento diferenciador a las pruebas psicométricas y de conocimiento aplicadas para la vacante.
También puedes ver:
Contenido Elempleo.com
Comentarios