Existen muchas dudas sobre los exámenes médicos que se le hacen a un candidato antes de ser contratado. Tanto empleador como aspirante desconocen algunas leyes al respecto y, por ende, entran a solicitar y a hacerse pruebas que no se deben realizar. Aquí en elempleo.com te contamos cuáles son esos exámenes que no te deben exigir y que las empresas no deben pedir.
Según el artículo 4 de la resolución 2346 del 2007 del Ministerio de Protección Social, las evaluaciones médicas pre-ocupacionales o de ingreso son aquellas que se realizan para determinar las condiciones de salud física, mental y social del trabajador antes de su contratación. Se hacen para –entre otras cosas- identificar las condiciones de salud que estando ya presentes puedan agravarse en el desarrollo del trabajo.
El mismo artículo dice que el empleador tiene la obligación de informar al médico que realice las evaluaciones médicas pre – ocupacionales sobre los perfiles del cargo, describiendo en forma breve las tareas y el medio en el que se desarrollará su labor.
Por su parte, el médico debe respetar la reserva de la historia clínica ocupacional y solo tiene que remitir al empleador el certificado médico, indicando las restricciones existentes y las recomendaciones o condiciones que se requiere adaptar para que el trabajador pueda desempeñar su labor.
Expertos aseguran que ni el empleador, ni el médico le pueden exigir al candidato la prueba de VIH, embarazo, o exámenes para confirmar si tiene, por ejemplo, cáncer o tuberculosis. De hacerlo estarían incurriendo en una falta, y el candidato podría dirigirse –dentro del territorio nacional- a cualquier inspección del Ministerio del Trabajo y denunciar el caso.
Al exigirle ese tipo de exámenes el empleador estaría cometiendo un acto de discriminación y de exclusión, y entraría a privar a la persona de su derecho al trabajo.
Entonces, para aclarar el tema, es importante saber que el candidato –si así lo quiere- le puede contar al médico todas las enfermedades que tiene y las que ha sufrido, pues este tiene la capacidad de guiarlo de la mejor manera en cuestiones de salud. Además, el galeno deberá hacer uso del secreto profesional. No obstante, este evaluador, particularmente, debe hacerle al postulante los exámenes generales y que vayan acordes con el cargo al que aspira.
Marlén Peña, especialista en Gestión Humana, comenta que lo ideal es que el médico laboral esté al tanto de la historia clínica completa del candidato, con el fin de garantizarle que no vaya a verse afectado en el desempeño y condiciones de su cargo.
Así mismo, el empleador únicamente podrá solicitarle al médico si el postulante es apto o no para el cargo. La empresa o la persona encargada de Recursos Humanos no debe conocer ni tener en sus manos los resultados médicos. Tampoco las explicaciones de las enfermedades de la persona.
¿Por qué descartarían a la persona?
Después de que el candidato se haga los exámenes médicos, podría ser descartado del proceso de selección por razones que le impidan desarrollar sus funciones laborales, por ejemplo, “si aspira a un cargo de piloto y tiene problemas de vista y de oído, pues no puede volar”, expresa María Mercedes Montiel, consultora de Recursos Humanos del Instituto de Tecnología Antonio José de Sucre (ITAJS) de Venezuela. Montiel advierte que en los exámenes de pre-ingreso sucede como con el sacerdote: cuando la persona se confiesa puede decir lo que sea, y eso no debe salir de ahí, eso no se revela. Es confidencial.
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