‘El Grinch’ es un duende que tiene el corazón dos veces más pequeño, que vive en una cueva en lo alto de una montaña al norte de ‘Villa Quién’ junto a su perro Max. Se caracteriza por ser gruñón, solitario y, sobre todo, por odiar todo lo que tenga que ver con la Navidad, producto del ruido que causan sus festejos.
Más allá del cuento de ficción escrito por Theodor Seuss Geisel (Dr. Seuss), el alma de ‘El Grinch’ parece haber poseído a algunas personas, hasta posarse en lo más profundo de los pensamientos de trabajadores, jefes y directivos de las empresas colombianas.
Y es cierto. Muchos pueden ser ‘Grinch’ o tener compañeros de trabajo que lo sean. Lo importante es que el hecho de que a alguien no le guste la Navidad, no le da derecho de dañar el ambiente decembrino del resto de integrantes del área de trabajo o de la empresa.
Sin embargo, quienes sí gustan de la Navidad deben respetar la posición de la persona alejada de las festividades. Hay que entenderla y no presionarla u obligarla a vincularse a las actividades navideñas programadas.
Paola Andrea Sánchez, coordinadora de Servicios Corporativos del British Council en Colombia, asegura que “es importante tener en cuenta las políticas de diversidad e inclusión, de manera que todos respeten las creencias, religiones y preferencias. Y que alguien no celebre o no le guste la Navidad no quiere decir que vaya a tener problemas en la oficina”.
Sánchez añade que no es una obligación para los empleados participar en las actividades de Navidad en el trabajo. Deber ser algo voluntario.
“Si bien se puede llamar ‘Grinch’ a alguien en forma de broma, no es correcto que este tipo de comentarios se manifiesten, ya que esto puede crear un ambiente laboral incómodo. Por eso se implementan políticas de diversidad e inclusión”, recomienda Sánchez.
De igual manera, si tú eres el jefe de área o tienes personas a cargo y, definitivamente, no te gusta la Navidad, el mejor consejo es que no cohíbas a tus subalternos de disfrutar de las festividades y de los tiempos con sus seres queridos. Tampoco que prohíbas las decoraciones y arreglos navideños en la oficina.
No se debe juzgar a las personas por sus creencias o formas de ver la vida. Quizás muchos ‘Grinch’ tienen motivos personales que no les permiten amar la Navidad.
Martha Parada, consultora en Selección y Desarrollo, aconseja tomar esta situación con calma. Se deben respetar las creencias de los demás, aprovechar para reflexionar cuál es el verdadero sentido de la Navidad, reconectarse con el equipo y tratar de ser feliz respetando las visiones de los otros.
El espíritu de la Navidad se contagia, no se impone. Puede que a muchos ‘Grinch’ les pase lo que le pasó al original, es decir, que terminen con un corazón tres veces más grande, dando regalos, abrazos y palabras de afecto sincero a sus compañeros de trabajo.
Consejos laborales navideños
Según Martha Parada, consultora en Selección y Desarrollo, a un trabajador ‘Grinch’ hay que brindarle apoyo, amistad y cariño, y no juzgarlo; ser tolerantes y no amargarse si no participa, tampoco hacer comentarios negativos sobre él. Siempre debe primar el respeto por las creencias de los demás. Tanto quienes gustan de la Navidad como los que no, “deberían aprovechar esta época para reflexionar, hacer un balance, rodearse de personas positivas, estudiar, leer, comer y prepararse para el siguiente año”.
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Pablo Alejandro Alzate
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