Adaptarse a todo tipo de personalidad y costumbres es difícil, más en un ambiente laboral donde los equipos de trabajo conviven por largas horas. Para trabajar en un entorno sano, funcional y tolerante, el respeto es la base.
Ser cordial con tus compañeros te evita malas caras en la jornada laboral. Por ello, “no saludar, no respetar el espacio del otro, el uso sin consentimiento de elementos o hablar en tono muy alto, son actitudes que pueden alterar un ambiente sano”, comenta Fabián Motta, gerente general de SmartPR.
Haz uso responsable de tus tiempos y confianza que depositan en ti
Llega a tiempo a la oficina, no uses las horas de trabajo para hacer otras diligencias y evita extender de manera exagerada tus pausas. Aunque algunos compañeros no estén interesados en tus actividades o rendimiento, otros se pueden molestar por los ‘privilegios’ que te auto otorgas. “En un espacio laboral coexisten grupos de trabajo con personalidades y sensibilidades muy disímiles que pueden afectar las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo”, afirma Motta.
A toda costa, deberías evitar estas prácticas:
- Malgenio
- 'Lambonería'
- Chismografía
Los compañeros que se pueden volver insoportables
Tampoco te vuelvas el compañero quejumbroso de la oficina, tus compañeros no fueron contratados para servirte de terapeuta. “Cuando alguien le ve la mara cara a todo, encuentra inconformidades constantemente o critica todas las decisiones, esta persona genera un negativismo contagioso que se transmite y se refleja en el rendimiento del equipo de trabajo”, menciona Juan David Tous, director de Educación y Desarrollo de Negocios en Blockchain Centre Colombia.
¿Sabías que los empleados 'estrellas' pueden ser los más tóxicos?
Hay empleados que valoran el silencio en la oficina, otros prefieren un ambiente más activo. Conserva un volumen adecuado cuando estés teniendo una charla o se esté riendo. Para una buena convivencia, los colaboradores deben “hablarse bien, utilizar un buen tono, respetar los espacios adecuados y tener las conversaciones con los interlocutores idóneos, dice Laura Alba, HR Manager de PageGroup Colombia.
Conversar con los compañeros no tiene nada de malo, siempre y cuando se cumplan con las tareas realizadas y no sean conversaciones que susciten comentarios o distraigan a personas a su alrededor. Sin embargo, la visita a tus compañeros no debe ser extensa ni repetitiva y menos cuando se acaba de iniciar la jornada laboral. “Ser un visitante inoportuno y exageradamente frecuente es molesto y afecta la productividad”, explica Alba.
Estas frases también pueden molestarle a tus superiores, haz clic aquí.
¿Usar el celular puede incomodar?
Otro punto tiene que ver con el celular. "Hacer uso del teléfono móvil es una práctica que ya no se puede juzgar de la misma manera, ya que esta puede estar relacionada con aspectos laborales y, de igual forma, se debe respetar el componente personal de su uso”, comenta Tous. Eso sí, procura prestar atención cuando estés en una reunión y -si no hay necesidad- no utilices tu teléfono de manera exagerada, no seas una persona descortés con tus interlocutores.
Para corregir estos comportamientos no se debe hacer un gran alboroto o proceso. Son costumbres que varían de una persona a otra, pero que deben ser manejadas con sutileza en el ambiente de trabajo. Según Tous, el ejemplo es una buena herramienta; si los jefes sienten que sus equipos tienen conflictos por estas cuestiones, “él debe liderar bajo la prudencia, inteligencia emocional y la buena educación”.
Juan David Castro
Comentarios