Sigue estas recomendaciones para hacer una buena hoja de vida

Hacer una buena hoja de vida es la mejor carta de presentación cuando estamos en la búsqueda de trabajo, pero no solo eso este documento también nos servirá para que te postules a una beca o para presentarte a un posgrado, por eso necesitas que esté bien estructurado, mostrando quién eres de forma simple y amigable.

 

Sigue estos consejos:

 

No hagas una hoja de vida muy larga: lo mejor es que no te extiendas. Busca que la información que aparece en tu hoja de vida sea la más relevante, que el documento no tenga más de dos páginas, aunque algunas personas actualmente sintetizan todo en una cuartilla. (Acá puedes actualizar tu hoja de vida) 

 

No adjuntes certificaciones y diplomas. Agrega una frase al final donde indiques que entregarás todo cuando te sea solicitado. Haz que las frases sean cortas y los párrafos no superen las tres líneas.

 

Haz un perfil con el que te identifiques: explica quién eres, cuáles son tus habilidades y qué te apasiona en un párrafo. También cuenta qué crees que puedes aportar a una empresa con el trabajo que haces. Esto les da una idea general de ti a los reclutadores que no tienen mucho tiempo para leer. Cuando menciones tus estudios y experiencia laboral, hazlo de manera cronológica desde lo más nuevo hasta lo más antiguo.

 

Diseño, redacción y ortografía: imagínate lo que alguien piensa al ver una hoja de vida con mala ortografía o textos que no tienen sentido. Asimismo, en un formato poco amigable, con información mal distribuida o demasiados elementos. La sensación no será la mejor. Revisa los textos una y otra vez para identificar lo que debes corregir. Busca referentes de hojas de vida para el diseño. (Actualiza tu perfil en elempleo.com)

 

Sé honesto: nada bueno queda cuando mientes en tu hoja de vida. Pon tu experiencia laboral más relevante y estudios sin importar si son en empresas pequeñas. Puedes destacar qué haces en tu tiempo libre, sobre qué lees, y no temas mostrarte como realmente eres.

 

Habla de tus logros y no de la experiencia: en ocasiones haber tenido 20 trabajos no es lo más importante, lo fundamental es qué alcanzaste en cada uno, qué cosas hiciste bien y cómo aportaste al cumplimiento de objetivos. Puedes pensar en logros, aprendizajes y metas alcanzadas. De igual forma, no dejes de prepararte: saber un segundo idioma trae enormes ventajas, así como ser voluntario en una organización o tener pasatiempos.

 

Las redes sociales también son una hoja de vida: una práctica frecuente de las empresas es visitar las redes sociales de las personas para saber un poco más sobre ellas y ver cómo son en su cotidianidad. Basta con escribir su nombre en un buscador como Google para que la información esté disponible. Ahora piensa en las publicaciones de tus redes, ¿qué dice eso de ti? Sé responsable y la próxima vez piensa dos veces antes de postear un comentario o una foto. (Haz una actualización en tu hoja de vida)

 

 

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