La frase es tan vieja como real: ?el cura predica, pero no aplica?, y esa es una de las fascinaciones de muchos directivos que hablan de responsabilidad social empresarial, papeles gerenciales participativos, ascensos por méritos y motivación como método para ampliar la productividad.
El empleado, dicen, es la razón de ser de la empresa y por ello priman, por sobre todas las consideraciones, la remuneración, el interés por el bienestar individual y familiar, la consideración por sus opiniones y el respeto a la persona.
Incluso pregonan ?esta es una gerencia de puertas abiertas?, en reuniones con el equipo de trabajo, en foros académicos -muy comunes ahora que está en boga el emprendimiento y los métodos para lograr el éxito-, y en cuanto evento público haya.
Pero no siempre los postulados se cumplen, afirma Jorge Yarce Maya, presidente del Instituto Latinoamericano de Liderazgo, quien afirma que generalmente se presenta un divorcio entre el catálogo de principios y la realidad cotidiana.
Y el concepto de comunidad (aquello que debe ser una organización), al que se refiere Peter Senge, queda desdibujado cuando se anteponen otros intereses como el amiguismo, el estado de pérdidas y ganancias de corto plazo y la arrogancia del ?gran jefe?.
Senge, quien estuvo en Colombia recientemente con motivo de un foro sobre responsabilidad social empresarial, señala que cuando la distancia entre principios, éticas y valores se pierde la confianza y se impacta de forma de negativa en el ánimo de la gente.
Los gerentes y personal directivo deben ser coherentes entre lo que dicen y hacen, señala Bladimir Tetit, quien participó en el foro sobre liderazgo y persuasión, promovido por la Corporación Andina de Fomento (CAF).
El evento, al que asistieron dirigentes del sector público y privado, busca construir consensos y promover la gobernabilidad democrática en la región.
Una forma de lograrlo es a través del clima laboral, que debe partir de un tratamiento justo, reglas de juego claras y definición de principios y valores, según Igor Cuotto, otro de los expositores.
Enseñar con ejemplo
?Pero esto no se puede definir y colgar en la pared sino que se tiene que cumplir?, afirma el presidente de Carvajal, Alfredo Carvajal Sinisterra, empresa que al momento de reconstruir la misión y visión encuestó a todos sus empleados en el mundo para elegir las bases de la carta de navegación de la organización.
En Sofasa, catalogada en varias ocasiones como la mejor compañía para trabajar en Colombia, existen verdaderos planes de carrera y ascensos por méritos.
En la multinacional Drummond, que produce y exporta el carbón de La Loma (Cesar), los empleados participan activamente en la toma de decisiones para su bienestar y el de su núcleo familiar.
Además, allí los ejecutivos manejan una estrecha y permanente comunicación con los dos sindicatos existentes.
Bavaria, ahora de propiedad de SAB Miller, ha impuesto la fórmula de puertas abiertas, y en Comcel es vital el trabajo en equipo, donde los resultados -buenos o malos- son compartidos, y su presidente, Adrian Fernández, está disponible las 24 horas del día para los directivos.
Aunque hay varios modelos de liderazgo, y cada uno depende de muchos factores -tipo de empresa, sector y cultura, entre otros-, un estudio de Rensis Likert y la Universidad de Michigan definieron los siguientes tipos:
? Explotador - autoritario: poca confianza en los subordinados, motiva mediante el temor y el castigo o a veces con r...
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