Enero tiene la gran virtud de ser el primer mes del año, el que inaugura nuevas metas, el que revive esperanzas y encarna la renovación de lo que no se hizo en el pasado por desidia, inconstancia o infortunio.
Pero es a la vez el que marca un punto de partida, sin retorno, que no admite equivocaciones.
Aquí no valen las intenciones y es necesario pasar inexorablemente de los deseos a los hechos.
Aquellas frases comunes y frecuentes como ?este año voy a mejorar en el trabajo?, ?voy a crecer profesionalmente?, ?es hora de abandonar mis actitudes negativas?, ?ahora sí llegaré oportunamente a las citas y reuniones?, ?estoy dispuesto a trabajar en equipo?, no pueden falsearse porque generarían frustraciones y arrepentimientos.
Tanto en los negocios como en la vida personal es indispensable fijarse metas ambiciosas, pero realistas y susceptibles de cumplir.
El cómo tiene un camino, según el padre del management, Peter Drucker: establecer prioridades.
Si se le juega a una gran cantidad de propósitos es posible que resulte inmerso en aquel adagio popular, según el cual ?quien mucho abarca, poco aprieta?.
Drucker, quien falleció en el 2005 después de escribir más de 30 libros sobre estrategias corporativas, siempre recomendaba: ?haga las cosas más importantes primero y haga una cosa a la vez. Aquellos que se comprometen con una larga lista de proyectos, y avanzan un poco cada día, no alcanzan resultados en ninguno?.
Constancia?
No basta, sin embargo, ser selectivo, pues el éxito, el triunfo y el reconocimiento son esquivos al facilismo.
De modo que se requerirá de un valor personal inquebrantable: la perseverancia. Este es un rasgo de carácter esencial para el progreso del ser humano. Pero ella no se compra en el supermercado ni se gana en una lotería.
Un empleado, que quiera crecer en una organización, debe reunir estas características:
? Compromiso
? Mística
? Lealtad
? Disciplina
? Actitud positiva
? Proactividad
Son condiciones que en este mundo contemporáneo, expuesto a la globalización y la competitividad, se tienen muy en cuenta en los procesos de selección por competencias.
La pregunta es ¿cómo desarrollarlas? Pues bien: si no son innatas, si no se han adquirido en el ámbito social y cultural se pueden cultivar y cosechar, afirma la especialista en recursos humanos, Ángela Enríquez, quien agrega que muchas cosas buenas que se pueden hacer en este mundo se pierden en medio de titubeos, dudas, vacilaciones y falta de determinación.
La misma definición de perseverancia impone retos, que van más allá de las simples intenciones: es alcanzar lo propuesto y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir.
Estrategias no diplomas
Desde luego, el cumplimiento de objetivos no se puede circunscribir a lo individual. Las empresas también andan inmersas en estrategias de corto, mediano y largo plazo, sin las cuales se les hace imposible sobrevivir.
Para los líderes, el mundo actual de los negocios, no se concibe sin una misión, visión, política clara de gobierno corporativo ni un decálogo de principios y valores.
?Cuando nosotros hablamos de calidad, estamos hablando del cumplimiento de una norma aceptada por todos los empleados, de un convencimiento, no de un eslogan?, afirma Alfredo Carvajal, presidente de la multinacional colombiana Carvajal.
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