Con la llegada el mes de diciembre, el ambiente festivo y navideño se siente en todas partes del mundo, incluso en la oficina. Por estos días es difícil conseguir la reserva en clubes sociales, restaurantes y fincas de recreo aledañas a las ciudades.
Las orquestas, las casas de banquetes y las fiestas en los hoteles más tradicionales del país también están programadas.
Sin embargo, esta temporada tiene un ambiente especial: el año termina bien y con una menor tasa de desempleo ..
Además, Colombia muestra una dinámica alta en consumo y unas expectativas positivas en el futuro inmediato.
Es buen momento para hacer un alto en el camino y rescatar lo que muchos empleados han perdido por diversos motivos: el sentido de pertenencia.
¿Cómo propiciarlo y lograrlo? Es una cuestión de decisión y de liderazgo, que debe partir de la cúpula de la empresa, así la ejecución recaiga en otros niveles, sobre todo en los departamentos de recursos humanos.
"Cuando los empleados sienten que las directivas están comprometidas con las celebraciones y agasajos, sin se inyecta energía y se genera entusiasmo entre los miembros del equipo de trabajo", afirma Rafael Ayala, consultor en clima organizacional.
En diciembre, generalmente, la gente está más distensionada y se vuelve más receptiva; espera noticias positivas y quiere escuchar algún mensaje del área gerencial.
Aunque en organizaciones grandes es individualizar saludos y reconocimientos, los líderes acostumbrados visitar los distintos departamentos y ofrecer una pequeña conversación, preguntar cómo se han sentido durante el año y realizar expectativas se tienen para el siguiente.
En las reuniones colectivas es aconsejable que el presidente o gerente de la compañía pronuncie unas palabras informales y aliente a su equipo de trabajo.
En este sentido, los expertos en comunicaciones estratégicas sugieren que el mensaje se base en los siguientes aspectos:
-Brevedad: cuando se está en una celebración empresarial lo que menos se espera es un discurso largo y tedioso.
-Sencillez: tenga presente que es un mensaje de despedida y no una rendición de cuentas.
-Universalidad: evite hacer reconocimientos individuales a personas o a equipos específicos, pues es posible que quienes no son mencionados se sientan desplazados o incluso ignorados.
-Entusiasmo: la intervención debe estar llena de calidez, fervor, ánimo y alegría, toda vez que se trata de un acto de agradecimiento por la gestión de un año próximo a terminar.
- Sorpresa: reserve una buena noticia, por ejemplo, un plan de expansión, un proyecto social que emprenderá la empresa o nuevos programas de carrera.
- Esperanza: siempre hable sobre aspectos positivos. Si el año que se aproxima está lleno de complejidades, refiérase a los retos, a las posibilidades de salir adelante oa la capacidad del talento humano de la organización.
Recuerde que el reconocimiento y la gratitud hacen milagros y la época de Navidad es la mejor para hacerlo.
Sin embargo, todas las manifestaciones que se realicen deben ser sinceras y asumidas con devoción y no por obligación o porque así lo ha impuesto la costumbre y la tradición.
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