Desde hace algunos años, las compañías del mundo otorgan diversos estímulos con el fin de mejorar tanto el ambiente laboral como la productividad.
Algunos de ellos están dirigidos especialmente a las mujeres embarazadas, tanto en estado prenatal, como en el periodo de lactancia.
Sobre todo en países industrializados, las empresas han diseñado políticas claras sobre este tema y algunas han acondicionado espacios como guarderías y jardines infantiles para que los colaboradores estén cerca a sus hijos.
En Colombia, aunque esta práctica empresarial no es tan común, se han implementado programas destinados a que las colaboradoras puedan disfrutar plenamente de su período de maternidad.
Una de estas compañías es Kimberly-Clark, la cual se ha enfocado en que las mujeres se reintegren al trabajo de manera paulatina, y así puedan pasar mayor tiempo con sus hijos.
"El primer mes posterior a la licencia de maternidad, la jornada laboral es de cuatro horas diarias; el segundo mes, es de seis horas diarias; y el tercer mes, la reincorporación se hace de manera habitual", explica Ana Lucía Bustamante, gerente de Recursos Humanos en la Multinacional.
Asimismo, la compañía les brinda un apoyo a los colaboradores, correspondiente a pañales y pañitos húmedos durante los dos primeros años de vida del bebe.
Otra de las compañías que también ha diseñado una política de apoyo a las mujeres y trabajadores en general es Quala.
"Dentro de los beneficios que tenemos, contamos con una licencia remunerada de seis días adicionales a los que otorga la ley, un auxilio de nacimiento, al igual que un obsequio de la empresa y si nuestras colaboradoras así lo quieren, pueden tomar su período de vacaciones al finalizar la licencia de maternidad", expresa Olga Fernández, jefe del área de Compensación y Bienestar de la empresa.
Aunque estas políticas a veces son percibidas como exageradas por algunos empresarios, las representantes de ambas organizaciones manifiestan que al establecer una conexión emocional de esta magnitud, están generando una motivación especial en sus colaboradores, quienes son más leales y productivos con la compañía.
¿Cómo se afronta esta etapa en la oficina?
Liliana Acevedo, asistente de Comunicaciones en Quala, nos cuenta algunos aspectos de su experiencia al tener que pasar su periodo de maternidad en su lugar de trabajo.
Elempleo.com (Ee): ¿Qué es lo más difícil de trabajar en etapa de gestación?
Liliana Acevedo (LA): en primer lugar, no se desea que los cambios físicos y sicológicos afecten el desempeño y por ende, la productividad. Además, se busca seguir ofreciendo un valor agregado desde el cargo, de modo que sea posible mantener una estabilidad laboral que, a futuro, permita brindar calidad de vida al ser que viene en camino.
Por otro lado, es necesario programar controles prenatales, cursos y demás seguimientos médicos, de manera que no interfieran con los horarios y compromisos laborales. Esto ayuda a que exista un equilibrio favorable tanto para la madre, como para la empresa.
Ee: ¿Qué apoyo recibió por parte de la compañía?
LA: Desde el principio conté con el soporte de la empresa: primero por la alegría y satisfacción que manifestaron frente a la situación; segundo, porque a medida que avanzaba el proceso de gestación se buscó siempre que no me encargara de actividades que excedieran mi capacidad, sin dejar de lado que fueran tareas que me mantuvieran motivada y conectada con la empresa. Adicionalmente, frente a situaciones en las que tuve que abandonar el trabajo para revisiones por urgencias.
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