Al ministro de Hacienda, Juan Manuel Santos, le preguntaron a quiénes afectaría la reforma tributaria que se dispone presentar al Congreso, y respondió: ?a todo mundo? . Los periodistas le insistieron puntualmente sobre la renta de los trabajadores colombianos y volvió a decir: ?a todo mundo? .
Ya, la decisión estaba tomada. Los empleados y obreros del país también pondrían su cuota dentro de la nueva estructura impositiva que busca financiarle al gobierno gastos e inversión por cerca de cuatro billones de pesos.
La idea, según confirmaron fuentes del ministerio de Hacienda, es bajar a un rango entre el 20 y el 15 por ciento la exención del 30 por ciento que actualmente cobija a los salarios.
Eso significa que quienes hoy tienen exentos de su sueldo 515.592 pesos, ahora sólo tendrán 257.796 pesos.
En otras palabras, la escala a partir de la cual se empieza a aplicar la retención bajaría para cubrir a un mayor número de colombianos asalariados.
De paso, con ello se contraría el espíritu del proyecto original del gobierno que buscaba bajar tarifas antes que subirlas y, en ese contexto, aumentar el ingreso de los asalariados por la vía de menor retención.
Santos dijo que la filosofía original de la modernización tributaria se mantiene parcialmente, lo que sugiere la revisión de las tasas impositivas hacia abajo pero con una masiva vinculación de contribuyentes y productos a la base.
El jefe de las finanzas se abstuvo de anticipar detalles de la propuesta, que según dijo, recibe los últimos retoques antes de ser consultada con el presidente de la República, Andrés Pastrana.
Santos, sin embargo, esbozó a grandes rasgos los postulados de la reforma.
Reiteró que será una ley de alcance estructural de largo plazo, que insiste en el desmonte de las exenciones y privilegios y asegura estabilidad en las reglas del juego para todos los inversionistas.
Aceptó que será una reforma dura, que seguramente ?hará chillar a todos desde la Guajira hasta el Amazonas? , pero insistió en su necesidad ?en momentos en que las finanzas públicas registran desbalances pronunciados y la economía urge la solución definitiva de los déficits? .
El ajuste
Con la modificación al sistema tributario del país el gobierno también presentará un proyecto de ajuste fiscal que pretende restringir fuertemente el gasto y recortar un buen número de institutos. ?Hasta ministerios estamos considerando? , dijo.
Ambas iniciativas recibieron ayer una primera luz del parlamento al fijar éste en 57 billones de pesos el monto del presupuesto que regirá en el año 2001.
Como la Ley de asignaciones oficiales está desfinanciada en unos cuatro billones de pesos, el ejecutivo sugirió cubrir el faltante con impuestos y recortes.
Las comisiones económicas de Senado y Cámara aprobaron la suma, con saldo negativo y todo, sin ningún debate.
Cuando cerca de ocho parlamentarios se disponían a intervenir ayer, el vicepresidente del Senado, Jaime Dussán, pidió una moción de orden para aconsejar que se votara el monto y se aplazara la discusión de fondo para la otra semana. Y así ocurrió. En menos de dos minutos los integrantes de las comisiones terceras de Senado y Cámara votaron afirmativamente.
Se espantó así la amenaza de una eventual dictadura fiscal, porque el plazo para tal aprobación vencía el 15 de septiembre.
De esta forma los representantes Zulema Jattín y Oscar Darío Pérez señalaron que ?el Congreso quedó prácticamente amarrado para aprobar la reforma tributaria y el ajuste? .
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