La vida de María Teresa Escobar Santos fue el testimonio del interés que mueve a los profesionales en fonoaudiología por conocer experiencias y logros de comunidades científicas que pudieran proyectarse en las necesidades de rehabilitación y lenguaje de la población colombiana.
Por esto el día de su muerte, 6 de septiembre de 1974, se constituyó como la fecha que enmarca el homenaje a los esfuerzos de los fonoaudiólogos del país.
María Teresa fue egresada de la primera promoción de la Escuela Colombiana de Rehabilitación, entidad adscrita al Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, que materializó la creación de esta área de formación académica.
Rocío Molina Béjar, presidenta de la Asociación Colombiana de Fonoaudiología (Asofono), destacó que la educación en esta materia ha sufrido múltiples trasformaciones desde su arranque en el país, pues pasó de ser una profesión técnica a una de nivel superior universitario.
En 1966 se trataba de un programa de formación con tres años de duración, en el 73 se convirtió en una licenciatura de cuatro años y en 1980, con la normatividad de la educación postsecundaria, las instituciones empezaron a conferir el título de Profesional en Fonoaudiología.
Según Molina, este hecho fue un reconocimiento al alto contenido humanístico y al énfasis en la fundamentación científica e investigativa del programa.
Finalmente, la fonoaudiología se reglamenta a través de la Ley 376 de 1997, que la define como ?profesión autónoma e independiente (?), cuyos miembros se interesan por cultivar el intelecto, ejercer la academia y prestar los servicios humanos relacionados con su objeto de estudio: la comunicación humana y los desórdenes del lenguaje el habla y la audición; las variaciones, las diferencias y el bienestar comunicativo de individuos, grupos humanos y poblaciones?.
Su avance y desarrollo la posicionan como una carrera de alto impacto sobre las condiciones particulares de colectividades e individuos.
?La fonoaudiología se destaca por poseer una visión histórica del país de manera que el profesional comprenda las situaciones políticas, económicas, ecológicas, biológicas y psicosociales del hombre colombiano y, por ende, de sus necesidades, problemas y aspiraciones en materia de educación, salud y trabajo?, ratificó Molina Béjar.
En este sentido, las habilidades y destrezas para promover el bienestar comunicativo y prevenir los desórdenes de la comunicación en contextos de salud, educación, trabajo y justicia son destacados por la presidenta de Asofono como las características primordiales con las que deben contar los profesionales que se dediquen a esta materia.
?Si se cuenta con ellas no solo se evitará el deterioro de la calidad de vida de las personas, si no que se favorecerá la productividad y el índice de desarrollo humano del país?, enfatizó Molina.
Como uno de los principales avances de la profesión este año se realizará el Primer Congreso Internacional de Fonoaudiología, del 4 al 6 de septiembre; precisamente en el marco de las actividades para conmemorar el día de quienes se dedican a esta tarea.
Molina invita a los fonoaudiólogos del país a permanecer en la búsqueda de procesos que favorezcan el bienestar de los colombianos y a impulsar investigaciones que den cuenta del impacto de su quehacer.
En este contexto, elempleo.com felicita a quienes encuentran en la fonoaudiología una manera de contribuir al desarrollo nacional y a la construcción colectiva de saber.
Redacción elempleo.com
