Afortunados los trabajadores que cuenten con un jefe que le guste el fútbol, sobre todo, ahora que estamos a pocos días del certamen más importante de este deporte: la Copa Mundial de la Fifa.
¿Por qué la fortuna? Simple. Porque el fútbol mueve masas y, por lo tanto, también mueve el ambiente laboral justo cuando hay un partido en horas de trabajo. Y más si el encuentro es de Copa Mundo y juega Colombia. Se hace prácticamente imposible para un trabajador concentrarse en su labor, sea o no futbolero nato.
Entonces, tener un jefe que ame el fútbol propicia grandes ventajas. Por ejemplo, el líder puede organizar con el equipo de trabajo para que se realice un mayor esfuerzo en las funciones laborales con el fin de suspender las tareas en el lapso del partido. De hecho, si el ‘cotejo’ es en la tarde, tipo 3:00 p.m., se podrían desplazar juntos hacia otro lugar cercano para disfrutar del fútbol. Claro está, siempre y cuando se cumpla previamente con las responsabilidades y compromisos que el empleo requiere.
Por otro lado, si tú eres un trabajador que no le gusta el fútbol, y tienes un jefe que gusta de este deporte, sácale ventaja a eso también, ese tiempo que tu superior te dé úsalo, entonces, en alguna actividad que sea de tu gusto.
Si finalmente la agenda laboral no permite ausentarse del puesto de trabajo, el jefe podría –si hay televisores en las áreas comunes de la empresa- autorizar el tiempo para ver el partido. Si no, internet sirve como aliado. Lo importante es que un superior futbolero se deja hablar y se puede llegar a acuerdos. No hay necesidad de enfermarse o sacar excusas para ‘volarse’ del trabajo a ver un ‘picao’.
María Clara Delgadillo, gerente de Recursos Humanos de CNG Energy, dice que es un punto de motivación para los empleados saber que su jefe también participa de los mismos ‘hobbies’ de los subalternos, entonces, aparte de tener gustos comunes, se pueden hacer varias actividades de bienestar, como por ejemplo, las apuestas y las ‘pollas’.
“Por otro lado se pueden pactar jornadas de trabajo atípicas, con el fin de que todos puedan disfrutar de los partidos. Es importante que los jefes puedan compartir y dar tiempo en la empresa para que los empleados puedan disfrutar de una actividad que es de gusto común y que se realiza, en el caso del Mundial de Fútbol, cada cuatro años”, concluye Delgadillo.
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Pablo Alejandro Alzate
Contenido@elempleo.com
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