Hay un grupo poblacional que pareciera ser invisible en Colombia, pese a su importancia de dar esperanza a aquellos que piensan haberla perdido por circunstancias ligadas a la edad avanzada o a la discapacidad temporal o permanente: los cuidadores familiares.
Si bien, cuidar una persona dependiente es convertirse en el apoyo emocional hasta ser el enfermero, terapeuta, cocinero, entre otras actividades de quienes lo requieren, las personas que han adoptado el rol de estar 24/7 al servicio de una persona, también necesitan de una atención imprescindible de autocuidado y de terceros. (Acá puedes registrar tu hoja de vida y encontrar trabajo).
Especialmente en esta temporada navideña, que es de unión familiar y social, donde los conflictos de intereses podrían aumentar, siendo el aporte económico para el sostenimiento del paciente el principal motor de discusión, seguido por la falta de solidaridad con el cuidador de parte de los demás implicados y la falta de relevo o desatención con el cuidador. La mayoría de estas personas caen en el síndrome del cuidador quemado o Burnout.
Para Fernando Roca, conferencista y autor del libro “¡ahora soy papá de mis papás!”: “el familiar cuidador no es necesariamente quien toma o decide asumir el rol. Pertenecer a la familia, ser la única persona sin trabajo o no tener un hogar consolidado (soltero o divorciado), la deja en disposición y en una responsabilidad moral de estar al servicio de su allegado”.
Con relación a lo afirmado, Roca ha evidenciado que, en gran mayoría, las personas que asumen la responsabilidad son un 70% mujeres entre los 50 a 70 años, solteras o en efecto, bajo compromisos sentimentales y familiares, que deben asumir por completo al paciente.
El agotamiento, la sobrecarga física/emocional y el distanciamiento social, son los principales factores que ponen en riesgo la salud mental de quienes están bajo ese compromiso; por tal motivo, Rita Kotov, CEO del grupo de expertos en neurociencias MATIZart, anuncia que se debe prender la alarma de autocuidado ante el evidente aumento de cortisol (regulador de estrés y presión arterial), constante síntomas de gripas y bajos niveles de producción de oxitocina, serotonina, melatonina que conlleva a frecuentes lapsos de insomnio.
Kotov, en secuencia con los aspectos de salud, revela otras características que pone en SOS el bienestar de las personas como el aumento de desequilibrios emocionales, el evidente comportamiento de ser una persona asocial o el tener con mayor frecuencia pensamientos negativos, fatalistas e incluso de autovictimización, independientemente si recibe orientación psicológica o no. (¿Estás buscando empleo? registra tu hoja de vida aquí)
Aunque el amor por el prójimo es el principal motivo del cuidador, promulgar la cultura y educación social que fortalezcan el estado emocional, físico y mental de los implicados, y aplicar una serie de herramientas como soluciones para estas personas, pueden mitigar el deterioro a mediano y largo plazo.
Para Alejandra Santamaría, médica experta en medicina deportiva y entrenadora mental:
“Los familiares, allegados y los entes gubernamentales deberían enfocar la lupa hacia los cuidadores informales y visibilizar la labor como un trabajo con remuneración monetaria, además de una serie de instrumentos que aporten al autocuidado y a la prevención de la salud mental de quienes cumplen el rol, como sesiones de spa, apoyo en eventos familiares, capacitaciones gratuitas, entre otras actividades que estimulen la autoestima personal”
De esta manera, Roca, Kotov y Santamaría, han unido sus conocimientos y experiencias en la protección social y financiera de los cuidadores familiares o informales, así como en la prevención de la salud mental y física de cada uno de ellos, que serán promulgados en conferencias bajo el lema “cuidARTE a ti mismo”. Los interesados podrán tener más información en www.ahorasoypapademispapas.com.
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