Desde elempleo.com conversamos con la Universidad El Bosque, la Universidad Minuto de Dios y la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), instituciones educativas que pensaron desde un principio en cuidar a sus colaboradores y seguir brindando la mejor educación.
Los pilares para no dejar de trabajar y enseñar
En la Uniminuto se adoptaron tres principios: velar por la salud y bienestar de la comunidad académica; garantizar la continuidad de la prestación del servicio educativo, con calidad y equidad; y asegurar la sostenibilidad financiera.
Con el fin de no impactar a más de 115.000 personas (entre estudiantes, docentes y personal administrativo), la universidad "siguió prestando el servicio con educación remota aprovechando las fortalezas y experiencia institucionales en materia tecnológica; se implementó el trabajo en casa para los colaboradores y se brindaron apoyos socioeconómicos, psicológicos, espirituales y entre otros", afirmó Omeiro Castro, director de Planeación y Calidad de la Rectoría General.
Por otra parte, con el fin de no parar, en la Universidad El Bosque se entregaron computadores con conexión VPN, sillas y herramientas de trabajo para darles las condiciones mínimas a docentes y administrativos para seguir, compartió Francisco Falla, vicerrector administrativo.
"En temas administrativos encontramos trabajos que pueden desarrollarse desde sus casas, desde que cuenten con los elementos necesarios. En cuanto a lo académico existen retos, como manejar un aula de clases remotamente, calificar estudiantes, romper las distancias y romper el concepto de la presencialidad", señaló Falla.
Estar preparados en para lo virtual es indispensable
La mayoría de universidades tuvo el reto de trasladar a sus estudiantes y programas a las aulas virtuales, acelerando –unas más que otras- sus procesos de transformación digital.
No obstante, la UNAD no encontró tanta dificultad en el proceso. Gracias a su eje fundamental de educación a distancia, logró acoplar, durante los meses más críticos, no solo sus alumnos, también a la totalidad de su plataforma humana.
"Gracias a que la universidad lleva más de cinco años con el modelo de teletrabajo, no fue traumático, para todos nuestros servidores, pasar de trabajar en las instalaciones a la casa", comentó Alexander Cuestas, gerente de Talento Humano.
De hecho, la institución fue certificada nuevamente por Great Place To Work, como uno de los mejores lugares para trabajar en Colombia. Cuestas atribuye a este logro toda la estrategia implementada en bienestar integral y de acompañamiento para la plataforma humana, generando resultados positivos en la gestión y productividad de sus líderes.
El impacto financiero a un sector mayormente presencial
La pandemia dejó grandes pérdidas a muchos sectores; en el educativo se visibilizó la crisis en el abandono de estudiantes de los programas de educación.
Por ejemplo, la Universidad El Bosque tuvo una deserción de un poco más del 11% y para la continuidad de sus estudios ofreció descuentos en el segundo semestre de 2020, 10% para estudiantes nuevos y 15% para antiguos, lo que le costó a la institución más de $10.000 millones de pesos.
Aun así, la UEB congeló su nómina, es decir, no prescindió de ninguno de sus colaboradores, ya que contaba con un ‘músculo financiero’ para resistir la pandemia. Falla recalcó que "cada persona que trabaja en la universidad representa una familia, que depende de ese sustento y por eso tomamos la decisión de no tocar la nómina durante todo el 2020".
Asimismo, desde el punto de vista financiero, para la Uniminuto también fue un año difícil gracias al impacto socioeconómico de la pandemia. Igual que el caso anterior, esta universidad buscó conservar la vinculación de los docentes y colaboradores; en algunos casos se otorgaron licencias remuneradas para aquellos que, por la naturaleza de sus cargos y circunstancias particulares, no podían realizar labores de manera regular.
En cambio, Cuestas mencionó que el 2020 fue uno de sus mejores años para la UNAD. Eso sí, también garantizaron el pago de todos los salarios, prestaciones sociales y seguridad social del talento humano "para dar tranquilidad y confianza".
Lo que se espera en medio y después de la pandemia
Gran parte de la población universitaria hace parte de los últimos grupos de vacunación contra el covid-19 en Colombia (docentes, personas entre los 15 y 59 años sin comorbilidades), por ello, la oferta académica deberá amoldarse a la virtualidad para continuar o adoptar un modelo de alternancia mientras sea posible.
Por parte de la UEB, hasta que una gran parte de "nuestra población no esté vacunada y con condiciones de salud pública de mayor tranquilidad, no vamos a regresar. Desde que nuestros colaboradores puedan desempeñar las funciones desde sus casas, que retornemos a la presencialidad es un riesgo innecesario".
"En muchos aspectos, el trabajo en casa ha resultado ser más eficiente que el trabajo tradicional in situ, fomentando la productividad y el rendimiento. Sin embargo, el contacto humano y las interacciones personales se pueden ir perdiendo, por lo que es fundamental estar monitoreando permanentemente la percepción de nuestros colaboradores y el clima organizacional", concluyó Castro.
Juan David Castro
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