¿Tendría usted en su empresa a alguien que no le guste el trabajo, que le falta entusiasmo y mística? Pues aunque parezca ilógico esto sucede en muchas empresas colombianas, con más frecuencia de la normal.
Y es un error, dice Bill Capodagli, quien presentó durante el foro ?Grandes casos de éxito empresarial?, el ejemplo de Walt Disney, creador de uno de los más sólidos imperios del entretenimiento.
Un empleado, cualquiera sea su posición, debe divertirse con lo que hace y los líderes deben alentarlo, inspirarlo y hacerlo soñar como lo intentaba, en todo momento, el fundador Disneylandia.
?La habilidad de establecer y manejar un clima creativo en el que las personas y los equipos sean auto-motivados hacia el logro exitoso de metas a largo plazo en un ambiente de respeto y confianza mutuos?, es una de las cualidades del liderazgo, afirma Capodagli, quien reitera que el secreto del éxito de Walt Disney fue soñar, crear, atreverse y hacer.
Walt Disney, hijo de un granjero y escaso de educación formal, soñaba con construir cosas que no se habían hecho antes y las probaba, sin el temor de correr el riesgo de ponerlas en marcha, hasta convertirlas en realidad.
Esa práctica, dice Capodagli, funciona en todas las empresas que requieren un constante proceso de reinvento en el mundo contemporáneo de los negocios.
Al justificar por qué el caso de Disney es un modelo a seguir para los líderes de hoy, el experto señala las siguientes variables: dirección consistente, respeto y confianza mutuos, entrega oportuna, servicio al cliente, innovación y resultados financieros.
La estrategia de la alta gerencia, afirma, debe servir de guía para dirigir una cultura centrada en el consumidor y la visión de la empresa necesita ser compartida por todos.
Los empleados, sin importar su rango, deben interiorizar esa cultura, de tal manera que llegue a formar parte de los principios y valores de la organización, que deben incorporarse desde la inducción.
Las organizaciones que tienen éxito -dice Capodagli- no imitan sino que innovan y en esta fase es importante escuchar el sueño de los clientes internos, es decir, los empleados. Además recuerda que las expectativas tienen poder y ?todo el mundo debe propiciar momentos mágicos?.
Otro aspecto importante, según la explicación del experto, es la gente porque a veces se le entrena en el trabajo para el cual se selecciona, pero no se le prepara en relaciones humanas y los valores no pueden ser reglas obligatorias sino creencias aceptadas.
En ese sentido, los líderes deben crear la cultura de aprender de los fracasos y disfrutar también del ?no?, cuando este es imperativo.
Los clientes son los amigos
¿Cómo hace Wal-Mart para abrir 6.600 tiendas en el mundo, tener 1,8 millones de empleados y lograr ventas por más de 312 mil millones de dólares al año?
No es sencillo pero todo hace parte de una estrategia: ver a los empleados como socios comerciales, a los clientes como vecinos o amigos, a los gerentes como entrenadores y a los proveedores como socios valiosos.
Son cuatro ideas en una sola que reúnen también una serie de variables de cultura organizacional, donde se acoge el cambio como un aliado, se fijan metas agresivas con aporte de todo el equipo, se promueve a los directivos desde adentro y se reconoce constantemente a los trabajadores sin importar su desempeño.
La presentación estuvo a cargo de Michael Bergdahl, quien explicó las diez reglas de oro de Sam Walton, el creador de la mayor empresa por departamentos del mundo, con tiendas...
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