Con 1.645.745 colombianos sin trabajo en 10 grandes ciudades, la tasa de desempleo en junio alcanzó otro dramático récord: 20,4 por ciento.
El aumento persistente de la desocupación se presenta simultáneamente con la recuperación de la actividad económica y la creación de más de 237.000 puestos de trabajo en el último año en las siete principales áreas metropolitanas del país.
De las siete áreas, Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Pasto y Manizales, esta última fue la registró el mayor desempleo, con 22,2 por ciento. En esta oportunidad, el Dane también investigó en Pereira, Cúcuta y Villavicencio.
Aunque la entidad no reportó la tasa de desocupación para todo el país, extraoficialmente se conoció que el número de desempleados superó los tres millones en marzo, cifra que a junio pudo haber aumentado siguiendo la tendencia que se observa en las principales ciudades.
Muchos más colombianos respondieron al Dane que en junio pasado (cuando se inició la temporada escolar) salieron a buscar una vacante, lo que llevó la tasa de participación al 63,8 por ciento, la más alta para esemes en los últimos 10 años.
Drama nacional
La miseria es tan grande, señaló el director de Prospectiva Económica, Javier Fernández, que todo el mundo está saliendo a buscar trabajo: desde el ama de casa hasta el joven que se retira del colegio o la universidad para ayudar con el sustento económico de la familia.
Esa mayor presión de la oferta laboral no ha encontrado respuesta en el ahora más dinámico aparato productivo, cuya producción y ventas han venido en alza en los últimos meses, pero que todavía no se decide a enganchar personal de forma permanente.
El desempleo en junio, superior al 19,9 por ciento de igual mes del año pasado, "es un escándalo", según el calificativo que le dio el presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), Armando Montenegro, quien insistió, entre otros puntos, en la necesidad de una reforma laboral que flexibilice las relaciones obrero patronales y estimule a los empresarios a contratar más mano de obra.
No obstante, la recién posesionada directora del Dane, María Eulalia Arteta, destacó el menor ritmo de crecimiento del desempleo, lo cual, dijo, es reflejo de la reactivación económica.
Hasta ahora, los empresarios se han inclinado por incrementar el uso de su capacidad instalada, a avanzar en la productividad e, incluso, a reconocer más horas extras o contratar personal temporal. Esto, debido a que sus perspectivas sobre el inmediato futuro de la economía no se han consolidado.
Es el caso de la industria manufacturera en los primeros cinco meses del año: las horas extras aumentaron un 22 por ciento y la productividad se incrementó en 15 por ciento (menos trabajadores producen más). Los empleados temporales, en marzo, eran prácticamente la tercera parte del total de personas que laboran en el sector.
La demanda interna por bienes y servicios no se amplía, precisamente por la cantidad de colombianos que no están obteniendo ingresos que la reanimen significativamente. Muchos hogares ni siquiera logran cubrir sus necesidades básicas. Esta situación enfrenta la propuesta del director de Fedesarrollo, Juan José Echavarría, de reducir el salario mínimo (hoy en 260.000 pesos mensuales) para propiciar la contratación de trabajadores.
El panorama del futuro próximo no se observa mucho mejor, pues ya el ministro de Hacienda, Juan Manuel Santos, anunció otro semestre de "sudor y lágrimas", al tiempo que el presidente Andrés Pastrana reconoció que no será fácil bajar el desempleo actual, porque cada punto de reducci...
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