A un salvavidas de la playa de Hallandale en el norte de Miami lo echaron de su trabajo por salvar una vida. Suena insólito, pero así fue. Resulta que vio a un turista que se estaba ahogando fuera de la zona que estaba vigilando y decidió salir en su auxilio. A pesar de esto, sus jefes lo despidieron por abandono del puesto de trabajo y por comprometer la vida de otros bañistas.
Juan Pablo Henao, administrador de empresas colombiano, también tuvo un despido que considera insólito. Él administraba un punto de venta y tenía a cargo dos operarios. Uno de ellos sufrió un accidente laboral y Henao inmediatamente lo remitió a la clínica y solicitó a su jefe un reemplazo para cubrir las funciones. El alto mando nunca le envió otra persona y al otro operario le tocó doblar esfuerzos. Henao pensó en el bienestar del funcionario que tenía a cargo y tomó la decisión de cerrar el punto de venta durante una hora por dos días, para que el trabajador pudiera, por lo menos, almorzar tranquilo. Al administrador, sin embargo, lo echaron después por haber cerrado el negocio.
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A una joven la despidieron de su trabajo como periodista en un reconocido canal de televisión colombiano por hacer un comentario negativo sobre su jefe. Según la funcionaria, este ponía a todo el mundo a hacer todas las tareas y él solo se limitaba a presentar. Lo que dijo en un pasillo fue como: “ese presentador no hace nada”, y ese comentario llegó a oídos del jefe, quien no dudó en solicitar la desvinculación de la trabajadora.
Otro caso: la abogada Marcela Ramírez cumplía con sus funciones a cabalidad, pero su jefe la echó por la sencilla razón de que, según ella, no le caía bien. “Marcela hasta hoy trabajas conmigo. Definitivamente no nos entendimos”, expresó la superior.
Mira los 10 despidos más insólitos de la historia
Situaciones similares existen por montones. A veces los empleadores justifican sus despidos bajo razones absurdas e insólitas. Dagoberto Baquero, asesor jurídico de Cotelco Capítulo Bogotá – Cundinamarca, sentencia que, más allá de indelicadezas laborales, el patrono puede acabar el contrato de su empleado sin justa causa, siempre y cuando pague la respectiva indemnización.
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Pablo Alejandro Alzate
Contenido@elempleo.com
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