En su declaración final, los ministros subrayaron el papel tan importante de la educación para establecer una cooperación fructífera y reforzada entre los países.
Además recalcaron la importancia del tema como factor esencial de justicia, integración, paz, prosperidad y desarrollo sostenible.
Con la voluntad de construir una alianza estratégica intercontinental, los países asistentes decidieron crear un marco de acción concreto que bautizaron con el nombre de Uealc, espacio de enseñanza superior Unión Europea, América Latina, Caribe.
Esta conferencia, desarrollada en París, se deriva de los acuerdos alcanzados en la cumbre celebrada en Río de Janeiro ente América Latina y la Unión Europea, en junio del año anterior.
España será el lugar de reunión de la siguiente cumbre, la cual se llevara a cabo en el primer semestre de 2002, año en el cual ese país ostente la presidencia de turno de la Unión Europea.
El objetivo de este proceso es que el Uealc se convierta en uno de los elementos claves del fortalecimiento de las relaciones multilaterales entre Estados.
De otro lado los ministros instan a que ese espacio común de educación superior tenga vocación de facilitar el intercambio de conocimientos, la transferencia de tecnologías y la circulación de estudiantes, docentes, investigadores y personal administrativo.
El acuerdo busca también fomentar la instauración de un sistema de créditos compatibles que permita reconocer los periodos de estudio realizados en este marco, con respeto a la legislación vigente en cada país.
Igualmente, se tratará de favorecer la enseñanza a distancia y el mantenimiento de un equilibrio óptimo de ésta con la enseñanza presencial.
Para ello se potenciará la puesta en común de las fuentes documentales y de las bases de datos y deberá estudiarse de forma preferencial la creación de una biblioteca virtual.
La formación profesional y la articulación entre formación y empleo constituyen, asimismo, prioridades para el espacio de enseñanza superior Uealc.
El presidente del Consejo de ministros europeos de Educación, Jack Lang, instó a sus colegas a invertir la tendencia en la cooperación educativa, y lamentó que la mayoría de los estudiantes de Latinoamérica y el Caribe que estudian en el exterior lo hagan en Estados Unidos, cuando hace tan sólo 20 años el 80 por ciento de ellos venían a Europa.
Por su parte la titular española de Educación, Pilar del Castillo, destacó la necesidad de poner como principal elemento la eficacia, la calidad y en que los proyectos respondan de una forma eficaz a las necesidades educativas de nuestras sociedades.
La organización
Para poner en marcha de forma concreta la declaración de París, los ministros de Educación decidieron nombrar cinco países coordinadores. Francia y España, en representación de Europa, y Brasil y México, en nombre de América Latina, y San Cristóbal por el Caribe.
Adicionalmente cada país nombrará a un coordinador que a la vez será su representante dentro de la organización, y además los ministros de educación deberán reunirse regularmente y evaluar sus programas de acción, al menos cada cuatro años.
Para alcanzar la ambiciosa meta trazada, los ministros y expertos de los 48 países de los dos continentes participantes en el encuentro parisiense recomendaron que el espacio común de enseñanza superior se apoye en la cooperación bilateral y multilateral ya existente, más concretamente, en los programas comunitarios ALFA, América Latina Formación Académica, y en el de los países ACP del Caribe.
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