Conoce el panorama para los trabajadores públicos y privados en Colombia

En el mundo laboral hay ciertas diferencias según la industria en la que se desempeñe cada negocio y estas muchas veces, pueden traer consigo beneficios negativos o positivos para el trabajador. 

 

Dicha situación se presenta en los sectores públicos y privados, esto basándose en que la informalidad laboral implica que un gran número de trabajadores carecen de acceso a beneficios sociales básicos, como la seguridad y pensiones. Lo que limita la capacidad de los trabajadores para acceder a una calidad de vida adecuada y podrían estar expuestos a vulnerabilidades económicas, desempleo o situaciones graves a nivel de salud. 

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Los hombres ocupan el 58 % de los trabajos informales, con 1.690.212 personas, mientras que las mujeres representan el 42 %, con 1.204.332 trabajadoras en esta misma categoría. Esta elevada informalidad dentro del sector privado está estrechamente vinculada a condiciones laborales precarias, con bajos niveles de seguridad social y escasa estabilidad. 

 

Uno de los ejemplos más preocupantes de esta precariedad es el bajo nivel de cotización a pensiones entre los trabajadores informales. Apenas el 2 % de estos trabajadores, equivalente a 53.358 personas, están realizando aportes al sistema de pensiones, lo que deja a la mayoría sin una red de protección económica para su futuro. 

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En cuanto al trabajo formal dentro del sector privado, la distribución por género es más equilibrada. Los hombres representan el 57 % de los empleos formales, mientras que las mujeres ocupan el 43 %. Sin embargo, este equilibrio numérico no elimina las barreras estructurales que enfrentan las mujeres. A pesar de su presencia significativa en el empleo formal, persisten obstáculos relacionados con el acceso a puestos de liderazgo y las brechas salariales, que, aunque menos marcadas en la formalidad, continúan afectando la equidad de género en el ámbito laboral. 

 

¿Qué otras diferencias se pueden encontrar? 

 

• En el sector público las vinculaciones son permanentes en el tiempo, el acceso a seguridad social y otros beneficios son características del empleo público que resulta muy atractiva para las mujeres, que buscan un balance entre el trabajo y las responsabilidades familiares. 

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• El sector público concentra gran parte de su empleo en áreas como la educación, la salud y la administración pública, que tradicionalmente han tenido una mayor participación femenina. Las profesiones relacionadas con la enseñanza, la enfermería y la administración han atraído históricamente a más mujeres debido a la naturaleza de los roles y las percepciones culturales sobre el trabajo femenino. 

 

• En los niveles más bajos de educación (sin educación formal o con primaria completa), la proporción de trabajadores es mínima, representando menos del 1 % del total. Esto indica que el sector público tiende a exigir niveles educativos más altos para la mayoría de los puestos. La mayor parte de los empleados públicos cuenta con al menos un título universitario, que representa el 32,4 % del total, mientras que un 40 % de los trabajadores posee estudios de posgrado (especialización, maestría o doctorado). 

 

 

 

 

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