Justicia social en los territorios afectados por el conflicto: retos de los nuevos gobiernos electos

Elempleo.com en alianza con la Organización Internacional del Trabajo - OIT, recorrieron diferentes ciudades de Colombia indagando sobre algunos de los retos en materia de empleo que tiene el país y que deberán ser abordados por los gobiernos electos. Apoyar los procesos de estabilización de las zonas afectadas por el conflicto es uno de ellos.

Mundo empresarial / 30 de enero de 2024

El Registro Único de Víctimas (RUV) reportó a septiembre de 2023, 9.5 millones de víctimas del conflicto armado en Colombia, lo que quiere decir que aproximadamente 2 de cada 10 personas en el país han sufrido algún hecho victimizante (el 18,4 % de la población). De esta población, 2 de cada 10 pertenecen a comunidades étnicas y el desplazamiento forzado es el hecho que ha cobrado el mayor número de víctimas (8.5 millones de colombianos y colombianas). (Mira las mejores ofertas de trabajo, solo debes registrarte)

El más reciente informe de la Unidad para las Víctimas en materia laboral ha concluido que para 2021 esta población era la más pobre del país. La tasa de desempleo de las víctimas del desplazamiento forzado fue de 15,5 %, casi dos puntos porcentuales por encima del promedio nacional (13,7 %). Esta tasa afectó mayormente a las mujeres en un 22,5 %, 12.4 puntos porcentuales por encima de la de los hombres (10,1 %). De la población víctima ocupada para 2021, 1 de cada 2 trabajaron por cuenta propia y 7 de cada 10 lo hicieron en la informalidad a nivel nacional, en el área rural fueron 9 de cada 10 personas en esa situación.

Ahora bien, desde una perspectiva territorial, entender el panorama de los municipios PDET1 es clave. 6.6 millones de colombianos residen en esos municipios, 2.4 millones son víctimas del conflicto, 1 millón es población étnica, y poco más de 15.000 personas estuvieron o estaban en proceso de reincorporación o reintegración para 2021. En estas zonas, 6 de cada 10 personas se percibían en situación de pobreza para 2021 (66,6 %) y el 58,5 % consideraba que los ingresos percibidos no eran suficientes para asumir los gastos mínimos (Encuesta de Calidad de Vida del DANE). (Mira las miles de ofertas de trabajo que tenemos para ti, solo debes registrarte)

Para la OIT, es necesario desarrollar una intervención integral que permita abordar no solo la falta de oportunidades económicas, sino también trabajar en los demás factores: la falta de contacto positivo y cohesión social, la discriminación y la falta de inclusión, que genera una ausencia de condiciones para un desarrollo sostenible.

“La OIT considera como prioridad avanzar en acciones que permitan, por medio del mejoramiento de la calidad de los empleos y las condiciones de generación de ingresos tanto para las víctimas como para los excombatientes, promover la paz, prevenir situaciones de crisis provocadas por el conflicto, posibilitar la recuperación y potenciar la resiliencia” manifestó Italo Cardona, director de la OIT para los Países Andinos. (Mira las miles de ofertas de trabajo que tenemos para ti, solo debes registrarte)

En primer lugar, para la OIT es clave mejorar las oportunidades económicas sensibles al género para la población en riesgo mediante la creación de trabajos decentes. El actual Plan Nacional de Desarrollo propone políticas, como el impulso de la economía social, solidaria y comunitaria como eje central para la creación y mantenimiento del empleo, así como la importancia de alianzas público-populares y público-privadas, la reducción de la informalidad, la transición hacia economías más verdes, el aumento de la productividad y la inclusión social de grupos vulnerables.

En segundo lugar, es importante avanzar en el fortalecimiento de las relaciones económicas y el contacto entre grupos en conflicto, a través de fortalecer las instancias locales de diálogo social creando, como mínimo, mesas por el trabajo decente en los territorios. Mediante metodologías participativas como diagnósticos y consultas ciudadanas, es posible definir programas de empleo para la consolidación de la paz. “Este enfoque de abajo hacia arriba no solo se alinea mejor con las necesidades territoriales, sino que también contribuye a la cohesión social, la reconstrucción de tejidos comunitarios y la construcción de paz, fortaleciendo así las instituciones para la paz”, añadió Cardona. (Mira las miles de ofertas de trabajo que tenemos para ti, solo debes registrarte)

Por último, se destaca la importancia de reducir las condiciones de exclusión y discriminación. Un programa de empleo efectivo para la paz no debe centrarse únicamente en la cantidad de empleos creados, sino también en la calidad del trabajo (abordar la situación del trabajo informal) y en que las oportunidades puedan llegar a toda la población. La OIT propone combinar inversiones intensivas en empleo, capacitación técnica, vocacional y empresarial, servicios de empleo y enfoques de desarrollo económico local coherentes con el contexto territorial, junto con medidas de protección social inclusivas. Todo esto centrado en jóvenes, mujeres y grupos étnicos, donde el Convenio 169 de la OIT da una orientación específica. (Actualiza tu perfil en elempleo.com)