Por: Guber Zora
Redacción elempleo.com
Regularmente, el principal inconveniente que tienen las empresas familiares para crecer es el manejo inadecuado de los conflictos. En la mayoría de los casos se piensa que el equilibrio y el rendimiento de la organización se debe limitar a la visión y a la preparación de una sola persona: ?El padre del negocio?.
Sin embargo, la continuidad de la compañía a lo largo de los años y a través de las generaciones, se debe fundar en la profesionalización de cada uno de sus miembros con la creación de consejos familiares y juntas directivas que contribuyan a mantener los asuntos del hogar, al margen de la organización.
Además, según los expertos, es recomendable que en la cúpula de la compañía estén directivos ajenos al círculo familiar para tener una visión externa del negocio, sobre todo si se trata de empresas de gran envergadura.
"Juntos, pero no revueltos"
Cuando los problemas familiares se discuten en el trabajo, se cree que la empresa es el origen de los problemas sin tener en cuenta que frecuentemente el conflicto familiar ya venía de tiempo atrás.
Para Carlos Kaplún, consultor de empresas de familia, la idea de acabar con la compañía surge en el momento en que sus integrantes concluyen que si la empresa desaparece, lo mismo ocurrirá con los problemas.
Con relación al tema, la revista Dinero menciona una cifra reveladora en uno de sus artículos al referirse al caso colombiano.
En nuestro país, del total de empresas, el 68 por ciento son de tipo familiar, mientras que en Estados Unidos este porcentaje asciende al 90 por ciento, lo cual indica que los negocios unidos por la sangre son un motor de desarrollo de gran importancia en todo el mundo.
En otros casos, por el contrario, la transición generacional lleva a pensar a los socios que el fin está próximo.
Vicenc Bosch Sans, director de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar, señala que el 40 por ciento de las empresas familiares no llega al quinto año y que el 60 por ciento desaparece en la primera generación o pierde el control familiar.
?Deducimos que, aunque impulsan la economía, son empresas susceptibles al deterioro si no se manejan aisladamente las relaciones entre ?hermanos?. Concretamente, según el experto, seis de cada 10 de estos negocios presenta problemas similares.
En este contexto, si un hijo actúa igual o mejor de lo que lo hacía su padre, puede ser importante en términos corporativos; pero es aún mejor evaluar constantemente los procesos y, como dice Bosch, refundar la empresa para adaptarse a los cambios del entorno y a las exigencias del mercado.
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