Aunque es un tema del que poco se habla y del que no se conoce mucho, los sacerdotes sí reciben una paga por los servicios que prestan en las parroquias. Aunque estos prefieren no llamarlo salario o sueldo, los religiosos utilizan el término emolumento para referirse al dinero que les dan.
Se debe aclarar que, no hay una compensación económica que se rija igual para todos los clérigos, esto depende del lugar donde se encuentren ubicados y de los servicios que presten en la comunidad.
El monseñor Elkin Fernando Álvarez, secretario general de la Conferencia Episcopal, aseguró que un sacerdote devenga un salario mínimo, aproximadamente. Este valor puede ser superior dependiendo, por ejemplo, de los pagos que hacen los feligreses por matrimonios, bautizos, certificaciones, entre otros.
Ahora bien, esto depende en gran medida a la arquidiócesis a la que estos pertenezcan, monseñor Rafael Cotrino, vicario general de la Arquidiócesis de Bogotá, en entrevista con El Tiempo, afirmó que:
"Un cura párroco puede ganar hasta tres salarios mínimos, un vicario parroquial gana dos salarios mínimos y un diácono un salario mínimo y medio; por otra parte, los obispos reciben un emolumento de hasta cuatro salarios mínimos".
Pero no siempre es así, asegura Álvarez, muchas de las parroquias son de muy bajos recursos y no alcanzan a reunir lo mínimo para sus sacerdotes. En esos casos se busca la colaboración entre parroquias vecinas para poder lograr el emolumento y así lograr que todos reciban un monto mensual.
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