Llegar a la cúspide, sin superar obstáculos y sin inyectar una buena dosis de persistencia y de intuición, sería un milagro y una excepción difícil de encontrar en América Latina.
Los hombres de negocios de la región se han movido tradicionalmente en contextos de inestabilidad política, social y económica, que los han hecho resistentes, innovadores, creativos y grandes estrategas.
Son ejemplo de resiliencia, afirma Ben Schneider, un ingeniero industrial graduado del programa de gerencia para presidentes de empresas de Harvar Business, quien a través de seis casos explica los hitos de emprendedores del continente que los llevaron a construir y sostener compañías exitosas que ahora son admiradas e incluso sirven de punto de referencia para los CEO (Chief Executive Officer) de países industrializados.
La resiliencia, que es la capacidad de una persona o un grupo de individuos para sobreponerse a situaciones desestabilizadoras y continuar viviendo sin traumatismos o en muchas ocasiones en condiciones superiores, parece ser uno de los mayores atributos de grandes empresarios de países como México, Argentina, Brasil, Perú, Chile y Colombia, que a lo largo de los años han constituido verdaderos emporios.
Instinto y estrategia
Estas empresas, muchas de ellas iniciadas en el siglo XIX, han subsistido a hiperinflaciones, crisis cambiarias, deudas agobiantes, golpes de estado, tributos crecientes, corrupción y reformas económicas estructurales impuestas de un momento a otro, como sucedió con la apertura del mercado que en el caso colombiano se presentó a partir de 1990.
?Se podría decir que desde que se iniciaron, las empresas privadas latinoamericanas jugaron con el mercado en contra?, dice el analista tras advertir que la conjugación de avatares también abarca guerras civiles, disputas con países vecinos, políticas intervencionistas y las consecuencias de conflictos mundiales y de la gran depresión de 1929.
¿Qué han hecho para no morir en el intento? Schneider en su libro ?Resilence: cómo construir empresas exitosas en contextos de inestabilidad?, afirma que a través de la capacidad de resistir a situaciones extremas.
?Han sabido hacer frente a la crisis desarrollando un instinto muy particular que, si bien tiene que ver con la capacidad para superar obstáculos, es muy diferente del instinto de conservación o de supervivencia, pues sus principales componentes han sido la creatividad, el talento y una intuición privilegiada para anticipar el futuro y al mismo tiempo manejarse en medio de la inestabilidad?, asegura.
Cultura y valores
Un componente muy importante que ha contribuido a garantizar la vigencia de las compañías ?mas no de aquellas que sucumbieron- ha sido la cultura organizacional, los principios y los valores.
Aquellas empresas que han centrado su estrategia en la preparación y desarrollo del talento humano, en la innovación constante basada en satisfacer las exigencias de sus clientes, en el componente social, en la flexibilidad al cambio y en la modernización permanente son las que muestran los mejores niveles de desempeño.
?El éxito ?dice el autor- no se logra de la noche a la mañana, no se trata de una revolución sino de una evolución y, en entornos inestables como el actual, esta premisa se debe convertir en el principal foco de toda estrategia?.
Las compañías analizadas (José Cuervo de México, los Grobo de Argentina, Farmacias Ahumada de Chile, Carvajal de Colombia, Grupo Wong de Perú y el caso de Lorenzo Zambrano de México), aunque pueden tener enfoques de negocios difere...
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