Después de que la Organización Mundial de la Salud declarara al COVID-19 como pandemia, el panorama laboral en Colombia ha experimentado una transformación significativa.
Un estudio reciente de THT, multinacional experta en predecir el comportamiento humano, revelo cambios notables en las competencias blandas de los trabajadores colombianos entre 2019 y 2025.
El estudio de THT, que evaluó a una muestra de entre 3.000 y 5.000 personas en dos momentos clave (2019 y 2025), indica un aumento significativo en competencias como el aprendizaje continuo, la construcción de relaciones, el manejo de la información, el pensamiento sistémico y la planeación.
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Estas habilidades se han vuelto esenciales en un entorno laboral cada vez más digital y colaborativo.
Sin embargo, el estudio también señala una disminución en habilidades como la confianza en uno mismo, la creatividad, la innovación y la orientación al usuario o al ciudadano, que registraron caídas importantes, llegando en algunos casos a resultados más bajos.
Este fenómeno refleja el impacto de la incertidumbre prolongada y la sobrecarga digital de los trabajadores.
Según Juan David Gómez, CEO de THT, “hoy buscamos estar más actualizados, dispuestos al aprendizaje constante y enfocados en aplicar el conocimiento de manera articulada en nuestras funciones diarias”, asegura.
Impacto en el mundo laboral
A nivel internacional, el World Economic Forum proyecta que para 2027, las competencias más demandadas serán profundamente humanas: pensamiento analítico, liderazgo, resiliencia y creatividad.
Este enfoque hacia una "inteligencia artesanal", que valora la conexión entre lo humano y lo tecnológico, resuena con la necesidad de equilibrar la rapidez de la digitalización con la profundidad del pensamiento crítico y la innovación.
“Al hacer un balance de estos cambios —en la salud, la familia y el trabajo— es claro que el mundo laboral ha sido uno de los escenarios más impactados. No solo se transformaron los modelos de trabajo, también cambió la forma en que valoramos y desarrollamos las habilidades humanas.
Mientras las empresas enfrentaban el reto de adaptarse a entornos remotos, híbridos e inciertos, las llamadas ‘competencias blandas’ dejaron de ser un valor agregado y se consolidaron como el corazón del desempeño y la empleabilidad en esta nueva era”, expresa Gómez.
La pandemia del COVID-19 no solo alteró nuestras vidas personales, sino que también transformó profundamente nuestro entorno laboral.
Según una encuesta realizada por THT a 41 organizaciones, el 78% coincidió en que el mundo laboral cambió definitivamente, mientras que un 98% reconoció que emergieron nuevas competencias clave, como la capacidad analítica, la planeación, la adaptabilidad, la autogestión y, de manera casi unánime, las competencias digitales.
Además, la Ley de Teletrabajo (Ley 2121 de 2021) en Colombia ha establecido un marco legal que facilita esta modalidad laboral. Según MinTIC, 1.557.776 de trabajadores colombianos trabajaban de manera remota en 2022.
La urgencia por adaptarse al trabajo remoto impulsó el desarrollo de estas habilidades digitales, facilitando el acceso a nuevos conocimientos y abriendo la posibilidad de explorar el mundo sin salir de casa. Esto, sumado a la aparición de nuevas tecnologías en los últimos años, ha ampliado el horizonte de aprendizaje para profesionales de todos los sectores.
Otro legado importante que dejó la pandemia es el modelo de trabajo flexible. El 56% de las organizaciones encuestadas consideró que el trabajo remoto y el modelo híbrido surgido con el regreso parcial a las oficinas son los factores que más han transformado la dinámica laboral actual, especialmente por la flexibilidad que ofrecen y que los colaboradores valoran cada vez más.
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Brechas y oportunidades
A pesar de estos avances, persisten desafíos en la alineación entre las habilidades demandadas por el mercado y las ofrecidas por los trabajadores.
Para abordar estas brechas, es fundamental que tanto empleadores como empleados continúen invirtiendo en el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y digitales.
La educación superior también juega un papel crucial en este proceso, integrando competencias blandas en sus currículos para preparar a los estudiantes para los desafíos del mundo laboral actual.
En América Latina, el trabajo remoto según los diferentes organismos de control (ministerio, Dane), pasó de representar menos del 5% de las modalidades laborales antes de la pandemia, a superar el 30% en muchas empresas urbanas durante los picos de confinamiento.
Hoy, esta cifra se mantiene estable entre el 15% y el 20%. Además, dentro de las características establecidas y las que asocian los colaboradores del teletrabajo, tienen que ver con la priorización de flexibilidad de horarios y lugar de trabajo, incluso por encima del salario.
“La transformación del mundo laboral en Colombia en los últimos cinco años ha sido profunda y multifacética. Si bien se han logrado avances significativos en el desarrollo de ciertas competencias blandas, es esencial continuar trabajando en el fortalecimiento de habilidades clave como la creatividad y la confianza en uno mismo; adaptándose a un entorno laboral en constante cambio y construyendo organizaciones más resilientes y empáticas. Solo así podremos construir entornos laborales más flexibles, éticos y preparados para afrontar los desafíos de un mundo cambiante”, finaliza Gómez.
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