Las transformaciones tecnológicas están al orden del día, hoy hablamos de la inteligencia artificial y de sus posibles efectos sobre el empleo. A diario, los titulares de la agenda mediática se preguntan: ¿La IA nos quitará el empleo? ¿Seremos reemplazados por esta tecnología? Diversos expertos han manifestado su preocupación de que la digitalización combinada con la IA pueda significar una automatización acelerada y, por lo tanto, la sustitución de trabajadores por sistemas automatizados.
Sin embargo, de acuerdo con el más reciente informe de Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2023 de la OIT, la IA se encuentra apenas en una “fase de instalación”. Durante esta fase, los efectos de este tipo de tecnologías sólo se ven reflejados en pocas empresas, pues tardan en difundirse por todo el sistema económico. Ya en la segunda fase de “despliegue”, las nuevas tecnologías se masifican generando transformaciones económicas y sociales como ocurrió con las TIC en los países industrializados entre 1999 y 2014, tiempo en el que hubo el mayor auge, por ejemplo, de creación de servicios de TIC. (¿Buscas trabajo? Registra tu hoja de vida en elempleo.com)
“Lleva tiempo innovar y probar las innovaciones, encontrar oportunidades de negocio, realizar inversiones suficientes y, finalmente, reestructurar los procesos para hacer un uso eficiente de la nueva tecnología” se lee en el informe. Lo que sí es un hecho es que estas nuevas tecnologías han llegado para quedarse y darle un vuelco al mercado laboral, pues seguramente serán usadas para la automatización de las tareas más rutinarias. Frente a esto, la OIT considera que las inversiones en talento humano, sobre todo en competencias profesionales y en educación son cruciales.
Actualmente existe una enorme brecha entre la oferta y la demanda de competencias laborales. “El valor actual de la producción económica mundial perdida por la falta de competencias básicas universales asciende a más de 700 billones de dólares de los Estados Unidos, el equivalente al 11 por ciento del PIB mundial en valor neto actual. Esta pérdida indica la importancia del perfeccionamiento de las competencias laborales de la población para impulsar una mejora de la productividad.” alerta el informe.
Desde la OIT buscan abonar el terreno para una verdadera transición digital, que permita hacer del cambio tecnológico un motor del desarrollo sostenible. La formación continua de las y los trabajadores y su adaptación a nuevos procesos y herramientas son fundamentales para implementar con éxito las nuevas tecnologías y lograr mejoras en la productividad. "En el conjunto de la economía, el bienestar material no mejorará con el crecimiento de la productividad si los trabajadores sustituidos permanecen inactivos o desempleados durante largos periodos y no pueden trabajar de ninguna otra forma productiva en la economía".
Además de la educación, el desarrollo de habilidades desempeña un papel crucial en la creación y mantenimiento del talento humano. Esto abarca desde prácticas de gestión y comportamiento organizacional hasta habilidades cognitivas, socioemocionales y manuales, que han cobrado mayor relevancia en los últimos tiempos. (Acá puedes registrar tu hoja de vida y encontrar trabajo)
¿Qué retos enfrenta Colombia frente a esta transición digital?
Colombia enfrenta desafíos importantes en la reducción de las brechas digitales en materia de accesibilidad, calidad y uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). De acuerdo con los índices de proporción de hogares con conexión a internet del DANE en 2021, 60,5% de la población nacional contó con este recurso esencial. Esto representa un avance significativo respecto a años anteriores, sin embargo, sigue siendo insuficiente.
Si se tienen en cuenta las cifras de conectividad de los hogares colombianos, el 70% de la población en el casco urbano cuenta con conexión a internet, mientras que en los centros poblados y rurales dispersos tan sólo el 28,8 % de la población cuenta con este servicio. Para la OIT reducir las barreras de infraestructura es sólo la base, es necesario fortalecer las habilidades y competencias en materia digital para aprovechar realmente las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías.
“Es muy importante trabajar de manera conjunta con los actores relacionados para esta transición, reconociendo el contexto y las realidades de los diferentes territorios en el país, para que desde el diálogo social se puedan fortalecer acciones de política pública que potencien alternativas de generación de ingresos especialmente para la población más vulnerable, siendo la educación y la formación un motor para la inclusión, la equidad y el trabajo decente” afirmó Melva Díaz, funcionaria principal de programas y alianzas de la Oficina de la OIT para los Países Andinos en Colombia.
Para afrontar estos desafíos la OIT ha trabajado con el Ministerio del Trabajo, el Ministerio de TIC y alcaldías locales, como la de Bogotá y Medellín en Colombia, para desarrollar estrategias de formación y promover la innovación educativa. Esto incluye mejorar las competencias básicas, digitales y habilidades blandas, junto con una orientación socio ocupacional integral para que las y los jóvenes puedan tomar decisiones informadas y avanzar en sus trayectorias educativas, formativas y ocupacionales fortaleciendo sus proyectos de vida.
También puedes ver:
Contenido Elempleo.com
Comentarios