Alguna vez se ha preguntado qué sucede con aquellos soldados que resultan heridos en combate o cómo se vinculan a la sociedad después de perder algunas de sus extremidades como consecuencia de una mina antipersonal o de la intensidad de los combates que anualmente dejan miles de heridos entre población civil y actores del conflicto.
Para muchos de ellos la reinserción empieza en el Batallón de Sanidad (Basan), unidad del Ejército Nacional encargada de rehabilitar integralmente aquellas secuelas que dejan en los integrantes de las fuerzas armadas las operaciones militares en todo el país.
Allí llegan cada año alrededor de 300 combatientes con lesiones que por su gravedad son calificadas como causal de discapacidad, ya que representan una perdida superior al 50 por ciento de sus posibilidades sicológicas y físicas.
Bajo este contexto y con el rigor del día a día que dejan las hostilidades, desde el 2003 se inició el programa de Vinculación Laboral de Militares en Condición de Discapacidad.
?En ese momento se daba respuesta a la parte de rehabilitación física, pero faltaba un proyecto viable para que los soldados se incorporarán con éxito a la sociedad. Por esta razón decidimos emprender las gestiones y hacer los primeros contactos para que el tema de inclusión se volviera una realidad en la institución?, relata María Fernanda Figueroa, coordinadora del proceso.
Con esta primera experiencia, el comando del Ejército reconoce la necesidad creciente de formalizar el programa y decide volverlo una política de la organización, a través de lo que en la actualidad se denomina como la Oficina de Atención al Soldado Herido bajo la dirección del Coronel Gabriel Cardona.
?El objetivo del programa es ayudar a que los soldados tengan un proyecto de vida y no solo vivan de la pensión que se les otorga, esto entraría a ser parte de una ayuda más que tienen para mejorar su bienestar y el de sus familias, ya que son personas muy jóvenes y por lo tanto tienen todas las posibilidades de seguir adelante?, expresa el militar, quien en el año 2000 fue víctima de un ataque de las Farc que le causó la perdida de una de sus piernas.
El Coronel Cardona afirma que esta circunstancia lo llevo a interesarse en trabajar por aquellos cientos de soldados que como él viven en carne propia lo difícil que es ser persona en situación de discapacidad.
?Desafortunadamente no siempre conocemos las necesidades de las otras personas. Hasta que me pasó supe que esta sociedad es muy excluyente con este tipo de población y por eso empezamos a trabajar. Lo que empezó de forma incipiente hoy es un proyecto sólido?, resalta Cardona.
Familia beneficiadas
En la primera parte del programa se analiza el nivel académico de cada uno de los uniformados, se examinan las expectativas de cada uno y se decide qué tipo de aprendizaje adicional requieren.
?Hay muchachos que son bachilleres, a ellos se les brinda la posibilidad de acceder a becas para seguir con su educación técnica o universitaria. Por otro lado se encuentra la gran mayoría de soldados que provienen de sectores rurales y ni siquiera han terminado su formación básica; con ellos el proceso es más complejo porque necesitan capacitación en diversas áreas?, enuncia Figueroa.
Uno de los componentes más importantes del programa es que en la integración laboral también participan algunas de las esposas o allegados del afectado, quienes apoyan a los soldados que no se pueden vincular al programa por su discapacidad.
Hasta el momento 200 soldados y más de 20 familiares componen la fuerza de trabajo de empresas ...
Comentarios