Los directivos han empezado a preocuparse por la salud emocional de sus colaboradores, tanto que han delegado departamentos internos para el tratamiento de problemas emocionales o han creado alianzas externas con especialistas en temas psicológicos.
Estos cambios se han producido por la importancia en el bienestar del empleado, que redunda en mayor productividad, rentabilidad y sentido de pertenencia con la compañía.
Desde su experiencia en Albenture, multinacional que presta servicios de bienestar laboral y orientación psicológica, Diana Santamaría explica que su asesoría ha tenido un gran impacto para todos los usuarios que ha atendido.
“Las empresas deben contar con un psicólogo no sólo para temas de selección de personal, sino para que atienda los problemas emocionales que tienen los trabajadores, para que logren un equilibrio entre la vida personal y laboral”, explica.
Santamaría afirma que si la empresa los apoya en los momentos difíciles y los ayuda a superar sus problemas, se obtienen frutos como el incremento en el compromiso, mayor rendimiento y fidelidad.
Por otro lado, María del Pilar Álvarez, consultora asociada Lee Hecht Harrison, menciona que el departamento de Recursos Humanos es el encargado de orientar a las personas que tengan este tipo de consultas y remitirlos a entidades externas que los puedan apoyar en esos procesos emocionales.
Álvarez recomienda que sean las entidades promotoras de salud o compañías adjuntas las delegadas para apoyar a los trabajadores. “Deben ser compañías externas para no mezclar la parte personal del empleado con su desempeño laboral”, recalca la consultora.
Temas de consulta
Conflictos familiares como dificultades escolares de los hijos, separaciones de la pareja o crisis matrimoniales son consultados con frecuencia en los departamentos de gestión humana.
“Los problemas de pareja son las situaciones que más desestabilizan a los empleados. Otros temas que podemos destacar son ansiedad, liderazgo y relación con los compañeros de trabajo”, menciona Santamaría.
Pese a la apertura de la empresa para tratar estas problemáticas, algunos empleados aún son restrictivos para solicitar ayuda. Por ello, los especialistas coinciden en que tomar la decisión de ir al psicólogo es el paso más complicado debido a los prejuicios que existen al respecto.
“El psicólogo debe estar preparado para el tratamiento de problemáticas extremas y no solo de situaciones de relacionamiento o de liderazgo, temas sencillos comunes en las empresas”, puntualiza la experta de Albenture.
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