Lo mejor, si usted superó la barrera de los 40 años edad y quedó desempleado, es evitar los avisos clasificados y las ofertas laborales que aparecen en la red, salvo que quiera adicionarle al ?síndrome del inútil? una buena dosis de depresión.
En esas vacantes que aumentan el paginaje de los periódicos y el tráfico de los portales especializados, siempre aparece una talanquera infranqueable que no es otra cosa que haber superado el umbral del ?cuarto piso?.
Haga la prueba: se necesita profesional en ventas menor de 35 años con cinco de experiencia; multinacional requiere ingeniero electrónico con maestría entre 28 y 33 años; compañía financiera busca ejecutiva de cuenta que no pase de 27 años de edad con disponibilidad para viajar permanentemente...y así sucesivamente.
?En Colombia, aunque ya se superó la bonanza de los yuppies -cuyo furor se hizo notar en los años 90- las empresas prefieran vincular empleados entre 25 y 40 años de edad?, afirma la sicóloga y experta en selección de personal, Tatiana Rodríguez.
Entre los 35 y 40 el rango es apropiado para el personal directivo, entre otras cosas, porque se ha adquirido experiencia en las profesiones y actividades requeridas por los distintos perfiles y, por lo general, se ha culminado una maestría o un doctorado.
Es, a la vez, una edad donde la persona se encuentra sana, tiene menores inconvenientes para desplazarse fuera o dentro del país y es flexible al cambio, una condición inherente a la globalización y a los avances tecnológicos.
Sin embargo, hay que precisar -advierte la experta- que se está hablando de la edad más exigida para vinculación de nuevos talentos, mas no del personal que ya se encuentra dentro de la compañía, y que tal vez ya ha hecho carrera.
De modo, que lo mejor cuando se está llegando al límite es conservar el cargo, identificar las necesidades de la organización y tratar de prever los cambios.
Puntos débiles
La situación es difícil para quienes están por fuera del mercado laboral, pues perder el trabajo después de los 40 tiene una serie de implicaciones que hieren la autoestima, propician conflictos familiares y generan una serie de interrogantes entre los futuros empleadores.
Y ahí es cuando vienen una serie de preguntas, no siempre fáciles de afrontar:
? ¿Por qué salió del trabajo?
? ¿Lo despidieron o renunció?
? ¿Cuáles fueron los motivos que lo llevaron a abandonar el cargo?
Los departamentos de recursos humanos de las empresas y las compañías cazatalentos son más exigentes con las personas que están buscando empleo que con los que están desempeñando cargo alguno, dice Rodríguez.
?No debería ser así, pero es una realidad?, señala y precisa que por eso es importante aprovechar las oportunidades cuando se está en el ?curubito?.
Hay gente que piensa que si trabaja mucho, quizás más horas de las previstas o cumple metas y objetivos, tiene el cargo asegurado para siempre.
Sin embargo, no basta laborar, sino saber hacerlo, generar ambientes favorables, construir redes sociales y ser estratégico, previsivo, establecer colchones de seguridad para afrontar contingencias y, sobre todo, ser consciente de que el mundo laboral actual es absolutamente variable.
?Cuando uno está trabajando, y sobre todo si es exitoso, nunca piensa en la inestabilidad del sistema laboral?, afirma Óscar Moreno, autor del libro ?Cómo sobrevivir sin empleo y progresar?, para quien lo ideal es ir planeando qué hacer y aprender desde arriba a identificar las oportunidades.
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