23 de noviembre de 2015
Las relaciones amorosas son comunes en los espacios laborales, derivadas de la interacción que viven los trabajadores durante más de ocho horas diarias. Según una encuesta realizada por Adecco a 556 hombres y mujeres entre 18 y 65 años de edad, el 88% de las personas ha tenido de una a tres relaciones con compañeros de trabajo y el 56% ha sentido atracción física.
Las compañías se preocupan por generar políticas que regulen y delimiten problemas que podrían presentarse con las relaciones sentimentales en el entorno laboral, a pesar de que éstas no se pueden prohibir.
Natalia Díaz, socia en Leadership, menciona que hay empresas que no tienen restricciones en este tema si las personas están en áreas diferentes y no crean ningún tipo de conflicto de interés.
La principal recomendación es ser trasparentes cuando se presenten estas circunstancias, es decir, poner en conocimiento de la situación a los jefes inmediatos y buscar medidas pertinentes que no afecten lo laboral ni lo personal, dice Alexandra Ríos Beltrán, abogada en Adecco.
Otros datos de la encuesta muestran que el 58% de los trabajadores ha ocultado su relación, el 16% ha visto afectada su productividad y el 58% opina que crea inconvenientes en el ambiente laboral.
“Con el conocimiento de los casos se puede determinar si la persona debe ser apartada del proceso en el cual se encuentra su compañero sentimental, trasladado a otra área o avalar que continúen en su posición actual por no evidenciarse ningún riesgo a la lealtad de la gestión de estos trabajadores”, asegura Ríos.
Por el contrario, Díaz expresa que algunas multinacionales donde sus empleados tienen que cambiar de país constantemente por su operación estimulan la carrera conjunta, así cuando un profesional debe ser trasferido es más fácil moverlo porque se le busca también una posición a su pareja.
La especialista sugiere, además, que en áreas como la financiera no quede la responsabilidad en dos personas que son pareja.
Desde otro punto de vista, Cristina Morales, psicóloga y magíster en Terapia Familiar y de Pareja de la Pontificia Universidad de Comillas de Madrid, aconseja fijar límites y espacios físicos y sentimentales en la oficina y la casa, con el fin de no pisar el terreno del otro.
Si los espacios se respetan y se manejan no debe presentarse ningún conflicto, en cambio se crean momentos de ayuda y cooperación en las labores, explica Morales.
Tome nota
1. Funciones y espacios
Cuando una pareja inicia un emprendimiento es necesario definir las fortalezas que cada uno tiene en áreas diferentes y así asignar sus labores para no interferir en el funcionamiento de la relación y la empresa.
2. Pacto entre las partes
Es recomendable que la pareja establezca pautas para no herir susceptibilidades y fortalecer y equilibrar la relación laboral y sentimental.
3. Reglas claras
La empresa debe dar a conocer las políticas a sus empleados y fijar obligaciones para evitar inadecuadas y posibles consecuencias.
Viviana Ceballos
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