Las empresas hacen en diciembre los últimos retoques a los planes del nuevo año, presentan un balance del trabajo que se llevó a cabo y realizan la evaluación de desempeño a sus equipos.
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Pero, ¿pueden los empleados hacer abierta esa retroalimentación hacia sus jefes o empleador?
“Es un mito que los empleados no puedan dar ‘feedback’ a sus jefes. De hecho, las nuevas generaciones son mucho más abiertas a manifestar sus inquietudes y sentimientos, lo que es una oportunidad que las empresas deben saber promover y aprovechar”, comenta Martha Calderón, subgerente de Personas de Parque Arauco División Colombia.
Y es que los jefes deben cambiar esa frecuente relación unidireccional y perspectiva de que todo, por su parte, está funcionando de manera correcta.
Algunas empresas ya se están poniendo la tarea de escuchar a sus empleados y aplicar “prácticas de ‘feedback’ de doble vía, es decir, el líder retroalimenta al empleado y viceversa. Para que esto se logre hay que contar con un lapso de tiempo y debe ser parte de una decisión cultural de la organización para que los líderes ejerzan una retroalimentación de forma positiva en las generaciones tradicionales como los ‘babyboomers’, generación X y ‘millennials’”, menciona Patricia Vargas, gerente de Right Management.
El ‘feedback’, retroalimentación o evaluación se debe dar en espacios donde se propicien proyecciones de carrera, reconocimiento de logros y se resalte la importancia de los colaboradores en las empresas.
Entonces, ¿es diciembre la época ideal para plantear todo lo que funcionó o no sobre el rol y papel de un jefe?
“El fin de año es clave, especialmente en las empresas que están terminando su planeación para el año siguiente. Cuando los jefes y sus equipos están revisando sus objetivos y compromisos, es un buen momento para que las dos partes pongan sobre la mesa sus expectativas sobre el otro, las cosas que podrían hacerse mejor, el apoyo que requieren y en general, los términos de la relación”, advierte Calderón.
Un buen empleado es el fruto de un buen liderazgo. El vínculo que existe entre jefe y empleado debe permitirles aprender entre sí mismos, puntualizar fortalezas y falencias, pero siempre con respeto.
Según Vargas, “los líderes deben ser modelos a seguir que buscan diferentes experiencias, perspectivas inusuales y se mantienen abiertos a nuevas ideas. Asimismo, deben contar con nuevos conocimientos digitales y tener una comprensión de las habilidades técnicas requeridas para transformar de una forma efectiva, no solamente su empresa, también sus empleados”.
Finalmente, tanto para jefes como empleados, la retroalimentación y aquellos aspectos por mejorar no se deben tomar personalmente para que no se afecte el ambiente de trabajo o las relaciones laborales.
“Debemos visualizar el impacto laboral de las recomendaciones u opiniones que nos exprese algún miembro del trabajo, ya sea un subordinado o jefe; todos los cambios que se proponen en la compañía son muy importantes y surgen a partir de este tipo de interacciones, por eso, a través de estas debemos aprender de nuestros errores y generar cambios positivos para llegar a las metas propuestas”, concluye Vargas.
Redacción elempleo
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