Hay respuestas comunes que no ayudan a la persona que busca trabajo. Frases como “envíame la hoja de vida por si acaso sé de algo” no ayudan a la confianza del candidato. Aquí la clave es la sinceridad.
Si no tienes cómo ayudar, es preciso decirlo de la mejor forma posible. Además, debes ser cauto al comprometerte con una recomendación, pues estas “son de tipo voluntario, al darlas se comprometen diferentes ámbitos con la persona que las solicita, con la empresa que la requiere y hasta quienes las realizan”, explica Adriana Paola Acosta Díaz, consultora socia de BDO en Colombia.
En caso de que estés seguro de que no puedes ayudar a esta persona, puedes colaborarle de esta manera:
- Motivación: Servir de guía para que los ánimos de buscar trabajo no acaben.
- Autoconocimiento: Preguntar sobre motivaciones, fortalezas y debilidades en el aspecto laboral.
- Hoja de vida: Modificar la hoja de vida según las experiencias laborales relevantes y habilidades destacadas.
- Referir con un contacto: Compartir currículo con algún contacto que sí pueda ayudarlo a conseguir empleo.
- Inscribir hoja de vida: Usar bolsas de empleo y redes sociales para apoyar la búsqueda laboral.
En elempleo.com, por ejemplo, de manera práctica se puede registrar la hoja de vida y empezar a postularse a vacantes.
“Es importante que antes de recomendar a alguien, tú puedas ayudarlo a identificar en qué aspectos debe mejorar y cómo se debe enfocar laboralmente, lo que le permitirá lograr un mejor desempeño en un cargo futuro”, menciona Lina María Correa García, gerente de ManpowerGroup Solutions.
“Debemos ser muy responsables al momento de una recomendación laboral y basarnos en cuáles son las aspiraciones profesionales, de crecimiento y entorno que requiere o espera el candidato, esto con el fin de ver qué tan alienado estará con el cargo y la compañía a la que aspira”, comenta Correa.
Si tienes la posibilidad de ayudarle a alguien, debes dejar claro -a esta persona- que el éxito en el proceso no de penderá de ti, mucho menos cuando hay jefes de por medio o un departamento de Recursos Humanos.
Según Correa, es preferible “no generar expectativas de contratación que no existirán; tú simplemente te comprometes a entregar el currículo al área que se encarga de filtrar y analizar si existe o no una vacante para vincularlo en el proceso de selección”.
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Si el recomendado es un buen profesional y tú no puedes brindarle una opción en el momento, puedes referenciarlo con otro contacto que sí tenga posibilidad de ayudarle. “Debemos contar con la certeza de que nuestra palabra y veracidad están en juego y que puede ser determinante al momento de cambiar la línea de carrera laboral y profesional de la persona que la requiere”, comenta Acosta.
Si tu jefe o un miembro de Recursos Humanos te pide una apreciación sobre la persona que referenciaste, para no afectar a ninguno de los implicados, “es imprescindible que seas cuidadoso y puedas emitir un concepto lo más aterrizado posible a la situación”, concluye Elive Riveros Trujillo, directora de Personas, Organización y Cultura POC de HDI Seguros.
En caso de que quien te pida trabajo no tenga buenas referencias laborales o no se adapte al perfil que busca tu empresa, es preferible que seas sincero con las posibilidades que existen y, de paso, evitar el comprometer tu palabra.
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