Por lo general, cuando inicia un proceso de selección están determinadas previamente todas las características del cargo a ocupar:
-Funciones
-Niveles de reporte y dependencia
-Tipo de contrato
-Salario
-Prestaciones legales o incluso extralegales e incentivos adicionales que maneje la compañía.
Con base en esta información, las empresas empiezan la búsqueda de candidatos y convocan a los aspirantes que están interesados en las condiciones mencionadas. Sin embargo, en algunas situaciones, hay cabida para negociar.
Los especialistas entrevistados aseguran que en materia de remuneración, lo que suele acordarse no es tanto el salario sino elementos adicionales como planes compensatorios, beneficios extralegales y bonos a largo plazo, entre otros. No obstante, depende de la flexibilidad que tenga la empresa y el interés en la persona a contratar.
En cualquier caso es clave que la compañía y el candidato muestren claridad respecto al tema económico. Por tanto, durante el proceso de selección, el entrevistador acostumbra preguntar cuál es la aspiración salarial y el sueldo anterior de la persona que desea la vacante, explica Isabel Cristina Herrera, consultora Asociada en Metaconsulting, firma consultora especializada en procesos organizacionales de gestión humana.
¿Cuánto puede cobrar?
La cantidad de dinero por el trabajo a realizar es una suma que viene a la cabeza de todos, siempre que se recibe la invitación a participar en un proceso de selección. Los expertos en la materia recomiendan tener algún rango y no una cifra exacta. Así evita cerrar la posibilidad para escuchar ofertas y negociar con la empresa interesada.
Ximena Rodríguez, consultora de Metaconsulting, asegura que para determinar la aspiración salarial y prepararse mejor para la entrevista, el aspirante debe realizar un estudio del mercado actual y recurrir a pares o compañeros que trabajen en el mismo ambiente profesional. De esta manera, sí es posible considerar un valor económico real, agrega la especialista.
Como complemento considere el sueldo que tuvo en el anterior o actual empleo. Según los expertos, en la mayoría de los casos, la pretensión salarial no debe alejarse demasiado de la su última remuneración.
Tenga en cuenta que al momento de una posible negociación económica, su experiencia y logros profesionales se comparan con el grado de responsabilidad e importancia del cargo dentro de la organización.
Más allá del dinero
Desde hace algún tiempo se habla de salario emocional, un concepto que comprende los elementos adicionales que una empresa puede ofrecerle a usted para mejorar su calidad de vida:
- Buen clima y cultura organizacionales
- Reconocimiento profesional
- Flexibilidad laboral
Este factor puede pesar tanto como el dinero y hay que evaluar la oferta en su conjunto para tener mayor probabilidad de tomar la mejor decisión, recomienda Óscar Julián Mojica, presidente de SHR Consulting, empresa colombiana especializada en consultoría de recursos humanos.
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