Este proyecto, planteado por el Ministerio de Trabajo, ha generado diversas polémicas entre algunos futbolistas profesionales y asociaciones como Acolfutpro, con quienes se han reunido en las últimas semanas para establecer normas claras que coincidan con las necesidades de las dos partes.
Por esta razón y con el fin de explicar la controvertida Ley, elempleo entrevistó a Rafael Pardo, ministro de Trabajo:
¿De dónde surge la idea de formalizar la situación laboral de los futbolistas?
La formalización de todas las relaciones laborales es una línea de política del actual Gobierno. Durante la visita del Vicepresidente de la Fifa, al país el año pasado, nos expresó su interés de que Colombia tenga una legislación armónica con los reglamentos de ese ente internacional.
Entonces nos dimos a la tarea de acercarnos a los actores del mundo del fútbol y fue así como surgieron los encuentros con la Federación Colombiana de Fútbol, la Dimayor y la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) con el propósito de conocer la realidad de esa actividad, los intereses de cada uno de ellos y recoger información que nos permitiera elaborar una propuesta inicial para poner a consideración de las partes.
De esta manera nace el proyecto que presentamos hace un mes al país y que en estos momentos se encuentra en una segunda fase, la de la concertación con cada uno de los interesados en lo que hemos llamado Mesas Técnicas, para avanzar en la redacción de un documento que podamos presentar al Congreso de la República con el mayor consenso posible.
¿Qué busca esta nueva Ley?
El propósito fundamental del Gobierno es proteger al trabajador, en este caso a los futbolistas, ajustar este régimen a la legislación colombiana en materia de protección del menor de edad y, en todo caso, garantizar que el Código Sustantivo del Trabajo sea el marco de aplicación en las relaciones laborales entre equipos y jugadores. En ningún momento el proyecto se involucra en aspectos deportivos, de lo que se trata es de regular las relaciones laborales entre los futbolistas profesionales y sus clubes.
Se establece que el contrato de trabajo sea a término fijo, sin período de prueba, por escrito, sin perjuicio de que el salario pueda ser integral. Habrá copias de los contratos para las partes interesadas y en ellos quedará claro qué ingresos no constituyen salario, el monto de las indemnizaciones y la participación del futbolista profesional en la cesión temporal o definitiva.
Los menores que hayan cumplido 15 años no podrán trabajar sin el permiso del Ministerio de Trabajo y el contrato lo suscribirán a través de un representante legal. Los clubes deberán darles plenas garantías para una formación distinta a la que reciben como futbolistas.
Los clubes están obligados a cumplir con los pagos de sueldos y aportes a seguridad social. El incumplimiento sistemático de ello dará lugar a que el jugador de por terminado el contrato de manera unilateral con justa causa imputable al empleador.
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