Latinoamérica se ubica como la tercera región con mayor tasa de desempleo para las mujeres con nueve por ciento, según el Global Employment Trends for Women 2012 publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sin embargo, es aún más alarmante la cifra registrada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que para diciembre del año pasado mostró 12,1 por ciento de desocupación para las colombianas.
Por ende, la situación laboral resulta cada vez más incierta, pues "la mayoría de instituciones no acoge las leyes que benefician a este género, empezando por la Ley de Cuotas", asegura Isabel Londoño, directora de la Fundación Mujeres por Colombia, entidad encargada de promover el ingreso de las universitarias al trabajo, por medio de talleres, foros y programas de formación para alcanzar el éxito.
Esta experta añade que solo a través de la demografía se va a cambiar la realidad, es decir, que cuando la población femenina supere a la masculina y tenga mayor número de profesionales se van a respetar las normas.
Además señala que así "estén educadas y cuenten con la experiencia es difícil conseguir trabajo, porque todavía experimentan discriminación salarial y acoso laboral".
¿Qué las protege?
La Ley 1496 de 2011 establece mecanismos para erradicar cualquier forma de discriminación salarial y de retribución, no obstante, la brecha se sitúa en el 20 y 30 por ciento entre los sueldos de hombres y mujeres, al igual que la inequidad en los cargos directivos en los que se mantiene el 'techo de cristal' para ellas, afirma Angélica López, directora de la Corporación Casa de la Mujer Trabajadora.
De otro lado, entre 2002 y 2006, se creó 'Mujeres Constructoras de Paz y Desarrollo', política pública que incluyó el tema de empleo, sin embargo, "su alcance es limitado por la focalización de programas de carácter asistencial a mujeres en condiciones socioeconómicas vulnerables, que no se transforman en propuestas que contribuyan a la generación de proyectos productivos sostenibles", puntualiza López Blanco.
Esta profesional destaca la acción ejercida por el Distrito Capital con el plan 'Mujeres y Equidad de Género', que desde el reconocimiento de los derechos ha contribuido a modificar las condiciones de desigualdad, que persisten aún en los ámbitos social, económico, cultural y político de la sociedad.
Asimismo, Bogotá tiene el 'Plan de Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Género' que contempla el derecho al trabajo en condiciones dignas. Actualmente, la ciudad cuenta con distintas entidades para apoyar la gestión de las mujeres.
Desempeño profesional
Las especialistas consultadas coinciden en que las ocupaciones masculinas son más diversificadas que las femeninas, es decir, hay más oportunidades laborales para los hombres. Esto se representa en los cargos tradicionales y los perfiles profesionales en los que ellas se desempeñan: enfermería, trabajo social, secretariado, docencia y servicios en el caso del sector informal (aseo, confección, ventas por catálogo y peluquería), según datos del Observatorio de Asuntos de Género a nivel nacional.
Las regiones donde se presenta mayor dificultad para obtener trabajo son las zonas costeras, Nariño y Cauca, donde la cultura es menos moderna e internacional. Por su parte, en el centro del país hay más oportunidades para las colombianas, según Isabel Londoño.
Por otro lado, desde su experiencia, Angélica López afirma que gran parte de las personas con las que ha trabajado manifiestan su interés por laborar medio tiempo o tener su propio negocio, con el fin de manejar sus actividades y familia.
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