Según el psiquiatra Juan Pablo Díaz, ?cada vez son más los casos de hombres en conflicto por tratar de ser los mejores padres, pero también exitosos y productivos.
Asimismo, agrega que este cambio se ha producido porque los hombres han ido incorporando la emoción como una parte básica de su existencia, hasta despertar en los nuevos padres, de entre 30 y 40 años, una culpa que no conocieron sus antepasados.
Estos seres humanos se debaten entre cuatro culpas frente a su paternidad:
Padre proveedor o padre presente
La gran culpa del hombre de hoy es que se ve atrapado en dos ámbitos: el deseo de participar más de la parte afectiva de su familia, por un lado, y responder a las exigencias que le impone ser un buen proveedor.
El resultado de esta tensión es un padre que sufre por no poder llegar más temprano, y que cuando llega encuentra a los niños dormidos y no puede compartir nada con ellos.
Los especialistas coinciden en la idea de que son los propios padres los que tienen en sus manos la decisión de equilibrar trabajo y familia; y cada vez hay más hombres que llegan temprano a su casa para asumir una crianza más presente.
No establecer un vínculo profundo
La viven los hombres que se quejan de no conocer profundamente a sus hijos como lo hace la madre, de que les gustaría conocer más su mundo y forjar una relación estrecha que vaya más allá de compartir el día a día.
La molestia habla de padres más exigentes en lo afectivo, que quieren aportar un factor emocional importante a la crianza de sus hijos, y que buscan que ellos incorporen su figura dentro de la familia, no solo en términos de autoridad, sino también de presencia acogedora y contenedora, un rol que se le ha adjudicado a la madre.
¿Cómo lograrlo?
Desarrollando el vínculo desde la temprana infancia, con gestos tan sencillos como cambiarlo, sacarlo a pasear, ayudarle a hacer las tareas, conversarle y también escucharlo.
Miedo de ser autoritarios
Este es un punto complicado y que llena a los padres de contradicciones. No pocos se preguntan: "¿Cómo los regaño?, ¿cómo me enojo con ellos si los veo tan poco?" Según el psiquiatra infantil Sergio Canals, hay muchos hombres padres que actualmente sufren una doble culpa porque deben ponerles límites a sus hijos, con restricciones y castigos.
Eso los hace sentirse culpables y también juzgados desde afuera por una sociedad que hoy no ve con buenos ojos a quienes utilizan mano dura en la crianza de los niños. Al final, muchos pierden autoridad y terminan criando niños tiranos.
Separado y sensación de abandono del hijo
Quienes viven con mayor intensidad las culpas son los padres separados; una culpa que, a juicio de los especialistas, era impensada hace treinta años. "En esa época, toda la responsabilidad quedaba en manos de la madre. Hoy, pensar así ya no es políticamente correcto, y se han abierto espacios para el cuestionamiento del hombre", afirma Canals.
Los separados sufren, extrañan a sus hijos y temen dejarlos. Tanto que muchos evitan separarse porque no quieren abandonarlos. Habitualmente dicen que, luego de alejarse de ellos, se dan cuenta de todo lo que se perdieron mientras no estuvieron con ellos.
Conflictos de ...
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