Entre enero y mayo de 2013 este ramo representó el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto y alcanzó 478,8 millones de dólares en exportaciones de vehículos, automóviles, tractores, repuestos y accesorios.
El sector creó 24.783 puestos directos en los últimos años, aparte de las oportunidades laborales involucradas a lo largo de la cadena de producción, que implica procesos adicionales (cauchos, plásticos, vidrios, entre otros).
Si bien el acumulado de ventas durante el primer semestre de este año muestra una reducción del 6,8 por ciento, la generación de empleo es permanente, porque cerca del 27 por ciento del trabajo colombiano proviene del comercio, señala Eduardo Visbal, vicepresidente de Comercio Exterior y Vehículos en la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco).
Sin embargo, este será el tercer mejor año para la industria, de seguir la tendencia obtenida en julio, que tuvo un crecimiento del 2,21 por ciento, y espera llegarse a las 300.000 unidades vendidas, explica Visbal Rey.
Evolución positiva
La tasa de motorización en Colombia ha sido ascendente y, a partir de la segunda mitad de la década, se ha acelerado este crecimiento, afirma María Juliana Rico, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Automotriz en la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
Este indicador tuvo un incremento del 62,9 por ciento entre los años 2000 y 2012, según cifras de la Encuesta de Calidad de Vida del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). En otras palabras, al iniciar la década por cada 100 habitantes existían 5,5 automóviles pero al finalizar 2009, esta cifra asubió a 9.
En cuanto a motocicletas, en 2003, el porcentaje de hogares con este tipo de vehículo era del 8,5 por ciento. Para 2009, la cifra superó el 15 por ciento, con un crecimiento acumulado en el promedio nacional de más del 77 por ciento.
Ventajas laborales
Para la directiva de la Andi, el sector se caracteriza por generar empleos calificados, formalidad laboral, salarios competitivos, bajos índices de accidentalidad en las fábricas y altos estándares de calidad.
La remuneración suele ser 2,5 veces mayor que en otras industrias de la economía, la participación en personal ocupado es del 3,21 por ciento del PIB industrial y en prestaciones sociales alcanza cerca del 4 por ciento, de acuerdo con datos del Dane.
Finalmente, la organización de la cadena productiva permite identificar las áreas de mayor contribución y generación de empleo. En los eslabones finales, es decir los que reciben insumos terminados de otros, concentran el 74 por ciento de la producción, seguido por los los de dirección, frenos y suspensión (6,48 por ciento), carrocerías y cabinas (5,17 por ciento) e instalaciones y equipo eléctrico (3,66 por ciento), puntualiza María Juliana Rico.
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