24 de junio de 2016
Informar sin tiempo de la renuncia, irse sin entregar el cargo y no dejar buenas relaciones son algunos de los errores más comunes a la hora de salir de un puesto, por eso es importante que identifiques la mejor forma de renunciar.
Axel Dono, gerente general de Hays para Colombia, explicó que la clave a la hora de renunciar es poder dejar las puertas abiertas y buenas relaciones con los jefes, la empresa y los compañeros.
“Uno nunca sabrá cuáles son los giros del negocio. Para esto es muy importante tener motivos de la renuncia muy claros, que estén acordes con los valores profesionales de cada persona, y comunicarlos explícitamente, además, es prudente tomarse el tiempo de dejar las cosas en orden y poder hacer la entrega del cargo a quien corresponda en un tiempo prudente”, señaló.
Sobre el tiempo en el que se debe realizar la renuncia y cómo debe hacerla, Dono agregó que eso varía y depende de las responsabilidades que cada persona tiene en su posición.
“Por ejemplo, ser representante legal de una empresa puede demorar los tiempos de entrega por temas administrativos. Pero lo mínimo que se recomienda es un período de dos semanas desde que se comunica la decisión y lo máximo debería estar alrededor de un mes, para las posiciones de más alto nivel”, puntualizó.
Así mismo, Leydy Mosquera, especialista en selección de Adecco Professional, recordó que desde el punto de vista normativo están definidos algunos plazos para hacer el reporte de la decisión de retiro, sin embargo, las empresas han venido evolucionando y siendo más flexibles en la relación con los colaboradores.
“Algunas veces este tipo de decisiones llegan incluso a compartirse con naturalidad con los jefes inmediatos y entre ellos logran conciliar las mismas fechas de retiro. Esto favorece la efectividad en el proceso de entrega del cargo y como consecuencia se construyen relaciones personales de largo plazo”, dijo.
Si es despedido, cuide así sus finanzas
Es importante tener en cuenta que el tiempo que uno pida a su nuevo empleador para renunciar siente un precedente de seriedad de uno como profesional. “Si yo le comunico a mi nuevo empleador que puedo estar disponible en un día, esto significa que no tenía ningún tipo de responsabilidad en mi trabajo anterior o que no me voy a preocupar por dejar las cosas en orden”, indicó Dono.
Por esa razón, Mosquera sugiere un manejo ético y responsable por parte del colaborador, “pues la expectativa en los procesos de retiro se lleva cabo dentro de un contexto profesional y de orden estratégico, se busca que no afecte la continuidad de los procesos y permita que la empresa defina un plan de acción para cubrir las responsabilidades de la posición y persona saliente”.
Finalmente, no sobra revisar muy bien el contrato que se haya firmado con la empresa que se va dejar, para detectar así aspectos legales que puedan afectar el proceso.
Laura Lesmes Díaz
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