El 31 de diciembre de 1978 es una fecha que marcó la historia de Colombia con la misma intensidad que impactó la experiencia de Marío Prieto, teniente Coronel retirado del Ejército Nacional.
Ese día el Movimiento 19 de abril sustrajo más de 5.000 armas de la guarnición militar conocida como Cantón Norte.
Prieto integró la unidad encargada de recuperar el armamento y como coordinador operacional fue quien registró toda la información sobre las tareas que condujeron al éxito de la misión tres meses después.
Precisamente, los resultados obtenidos en operaciones militares hacen parte de la lista de motivaciones que tienen los colombianos para integrar la fuerza, según el Coronel José David Marcelo Vargas Escobar, director de Reclutamiento y Reservas del Ejército Nacional.
Del mismo modo destacó la credibilidad de la institución, la proyección ofrecida a quienes la integran, el conocimiento de la situación real del país, los beneficios laborales y el crecimiento educativo como elementos que aportan al desarrollo tanto personal como nacional.
Así fue reconocido por Prieto quien aseguró deberle todo al ejército. ?Después de 46 años de servicio (26 como activo y 20 como retirado) nunca he tenido la necesidad de hacer reproches, porque el apoyo a mi desempeño profesional, individual y familiar ha sido permanente?, enfatizó.
El acceso a estudios en ingeniería de obras civiles y militares, así como la realización de especializaciones en mecánica de suelos, resolución de conflictos y control interno son sustento para la afirmación de este Teniente Coronel.
?El soporte del Comando General respondió siempre a la necesidad de formarme para que pudiera aportar los mejores conocimientos a la institución, tanto en estado activo como de retiro?, rescató el ingeniero militar.
De esta manera, coordinar la construcción de carreteras en todo el territorio colombiano, trabajar en la caja de retiro de las fuerzas militares como jefe de mantenimiento y ser analista de estrategia fueron algunas de las funciones a través de las que Prieto pudo demostrar el amor por la carrera militar y la vocación de servicio que lo impulsaron a ingresar al Ejército en 1963 y que hoy lo mantienen ligado a él como auditor de la gestión en control interno.
En este sentido, el Coronel Vargas Escobar no dudó en comparar a la institución con un ?virus? que invade a los integrantes de la fuerza, sin posibilidades de inmunidad.
?Al unirse a nosotros, los ciudadanos se infectan, viven con el deseo de llegar más lejos, entregarle su potencial al trabajo, compartir experiencias y contribuir al progreso de Colombia. Es una pasión que sienten 240 mil miembros, desde el soldado hasta el retirado?, puntualizó.
Y fue esa pasión la que inspiró a Adriana Rodríguez González, oficial psicóloga del Ejército, a ofrecer sus capacidades, aptitudes y competencias tras formarse profesionalmente en la Universidad Católica.
? Desempeñarme en la plaza para el cual me preparé es una de mis mayores satisfacciones. En los dos años y medio dentro de la fuerza, además de oficial psicóloga, también he sido jefe de las psicólogas de reclutamiento y auditora del área de aptitud psicofísica ?, afirmó Rodríguez.
Como Adriana, médicos, odontólogos, contadores, periodistas y otros profesionales pueden ingresar al Ejército, siempre y cuando no hayan superado los 27 años de edad.
Por otro lado, la oficial Rodríguez aceptó que la realidad del mundo globalizado exige personal competitivo , más aún cuando se trata de acceder a empleos estables, con posibilidad de jubilación y beneficios educativos, de salud y vivi ...
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