Una de las conversaciones de mayor interés de los colaboradores de las empresas con sus jefes directos está relacionada con las condiciones salariales y cómo estas se podrían mejorar. Por eso es clave entender cómo desarrollar de manera estratégica e inteligente esta solicitud, más si lo que se busca es generar empatía y una buena conexión con el fin de lograr una respuesta afirmativa.
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Conocer la actualidad de la empresa y cuáles son sus metas estratégicas es el primer paso para saber si realmente es un buen momento para entrar en un proceso de negociación. Así mismo, un factor determinante durante la conversación es demostrar, más con hechos que con palabras, si a través del trabajo del día a día se está generando valor agregado a la compañía y con ello se está contribuyendo al cumplimiento de sus objetivos y metas.
Segundo, es importante para preparar el terreno demostrar que la persona tiene puesta la camiseta de la organización, es decir, que vive su cultura, que goza de una excelente relación con sus compañeros de trabajo, que se identifica plenamente con sus valores y, palabras más, palabras menos, que es un verdadero embajador interno de la marca. Esto será un plus para la conversación, pero hay que manejarlo con cuidado y mucho tacto, porque tampoco se trata de enumerar las razones que confirmen lo bueno que el empleado es, debido a que si cierto, los demás, incluido el jefe, lo van a ver, sentir y percibir sin la necesidad que se tenga que alardear de ello.
Tercero, hoy las empresas deben salirse de la caja y necesitan no solo personas que encuentren los errores, sino que estén en la capacidad de transformarlos y convertirlos en oportunidades de mejora y de cambio hasta lograr algo bueno gracias al desarrollo de acciones que generen una mayor innovación. Por lo cual, contar con habilidades de liderazgo, adaptación y de resiliencia que permitan ver no siempre el vaso medio vacío sino también medio lleno sumará buenos puntos.
Analizando los anteriores puntos y respondiendo las siguientes cinco preguntas, cualquier persona podrá prepararse para pedir un aumento de salario y, en lo ideal, no fracasar en el intento:
1. ¿Cómo he madurado mi rol o cómo lo he hecho evolucionar?
2. ¿Qué responsabilidades de mayor nivel estoy asumiendo en el momento?
3. ¿Cómo estoy haciendo más eficiente mi trabajo generándole una mayor rentabilidad o ahorro a la empresa?
4. ¿He desarrollado nuevas habilidades que me posicionan como un líder?
5. ¿Estoy en la capacidad de tener un rol de mayor liderazgo en mi área de trabajo, tiendo en cuenta que me siento más empoderado, tengo mayor comunicación asertiva, conozco bien a los stakeholders y estoy desarrollando una planeación más estratégica?
En términos generales, lo más importante es que el empleado se prepare para tener esta conversación y se anime a solicitar una mejora de sueldo, no para demostrar quién es, sino para confirmar por qué se lo merece con resultados concretos y tangibles.
*No hay un momento ideal para hacer esta solicitud*
Más que un tiempo definido para tener esta conversación, es clave demostrar buenos resultados y estos no se dan de la noche a la mañana. Primero, hay que medir la curva de aprendizaje; segundo, estar totalmente adaptado a la compañía; y tercero, demostrar en cifras y datos que efectivamente se están dando excelentes KPIs, pero de manera constante y continua.
Igualmente, todo dependerá de la confianza que la persona tenga con su jefe o superior, pues no con todos los líderes se puede hablar de la misma manera. No obstante, si se trata de generar empatía y conexión en esa conversación, es importante hablar claro, conciso y directo, además de estar preparado para recibir un buen feedback o retroalimentación, sea este positivo o negativo, y tener muy claras las razones de esta solicitud para justificarlas de manera objetiva.
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Finalmente, por ahí dicen que “la cara del santo hace el milagro”, entonces tratándose de un tema serio y determinante para los intereses del empleado, se recomienda hacer esta solicitud cara a cara; y si se obtiene una respuesta afirmativa, agradecer por escrito y reconfirmar el tema por correo electrónico.
En resumen, siempre será clave hablar sin tapujos ni rodeos cuánto se quiere ganar de más, argumentar las razones y ser transparente. Al mismo tiempo, demostrar la manera en la que se está generando valor agregado a la compañía y cómo se está aportando con el trabajo al cumplimiento de los objetivos y metas estratégicas.
Información:
Ricardo González, Talent Management Head de UBITS
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