18 de febrero de 2016
Henry Ford dijo que “tanto si crees que puedes hacer algo, como si crees que no puedes, en ambos casos tienes razón”. ¿Qué opinas tú? Si es así, ¿cómo podemos “hackear” nuestra mente para tener aquellos pensamientos que nos van a acercar a los resultados deseados?
Debes prestarle atención a cuatro factores que te impulsan (o bloquean) a alcanzar los resultados esperados en tu trabajo (y otras áreas de tu vida): lo que sabes, lo que piensas, lo que sientes, lo que haces.
A continuación, consejos para que lo que pienses y sientas te ayude a generar los mejores resultados.
1. Despide a tus fantasmas hospedados en la mente: pregúntate cuáles son los pensamientos y sentimientos “negativos” que más cotidianamente vienen a ti. Por ejemplo, “mi jefe es un inepto”, “los clientes no quieren comprar”, “nadie trabaja más que yo”, “me van a despedir si no lo hago bien”, “mi trabajo es complicado”…
¿Realmente la forma en que estás viendo las cosas es la única manera de verlas? ¿Qué cambiaría en tu vida si tan sólo pudieras verlas desde otra perspectiva? ¿Conoces alguna persona que vea las cosas de forma distinta a ti? ¿Qué gana? ¿Qué pierdes tú?
Para que te liberes de las emociones que has venido cargando y te impiden avanzar en el trabajo, relájate en un sitio cómodo, trae a tu cuerpo la sensación que ya no quieres y luego de unos segundos expúlsala con un sonido (puede ser un grito, un gruñido, lo que te salga).
2. Decide cuál estado de ánimo prefieres: Identifica cuál conjunto de pensamiento y emoción es el que te traerá más cambios positivos en tus resultados laborales, puede ser el sentirte seguro ante tus subordinados, saberte expresar con tu jefe, mejorar tu manejo de estrés cuando tienes muchas cosas por hacer… identifica cómo te gustaría sentirte en esos momentos y qué te gustaría estar pensando.
Recuerda esto porque seguramente vas a reconocer que ese poder está en ti y lo debes aplicar en el ambiente laboral.
3. Formula tu mejor estrategia: fue Albert Einstein quien dijo ‘no se puede solucionar un problema con el mismo pensamiento que lo creó’. Para cambiar (mejorar) tus resultados habrás de hacer cosas distintas a las que has hecho antes. Planea una estrategia con esta fórmula: lo mejor que sabes (conocimientos técnicos sobre tu trabajo) MENOS los fantasmas de la mente MÁS el estado de ánimo que prefieres MÁS lo que mejor haces (o lo que hacen los mejores en tu ramo).
4. Celebra: Como en todo proceso en que decidimos cambiar, es bueno que celebremos los pequeños avances, pues el solo hecho de celebrar nos va a propiciar mayores avances.
Texto escrito por Xochil Adriana Mejías Osorio
Master Coach de profesionales y empresas
contenido@elempleo.com
Lee también:
¡No más a estas prácticas laborales!
Un buen líder es un buen conversador
Comentarios